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La diferencia de sueldo entre sexos es del 23% en el mundo y del 18,8% en España

MUJERES PARO

MUJERES PARO / periodico

MERCEDES JANSA / MADRID

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Los avances sociales, económicos y educativos de los últimos 20 años no se han reflejado en una mejoría de las mujeres en el mundo del trabajo. Y lo que es peor, la crisis reciente ha estancado la evolución hacia la igualdad emprendida en el último decenio. La brecha salarial entre mujeres y hombres no se acorta y sobre las mujeres sigue pesando el trabajo no retribuido (el de las horas que se dedica al hogar o a la atención de familiares dependientes) y los empleos a tiempo parcial. Estas son las conclusiones del informe 'Las mujeres en el trabajo' realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que marca las tendencias de futuro, en las que también se aprecian nuevos puntos negros: las mujeres están siendo excluidas de los nuevos puestos de trabajo con alto componente tecnológico.

A estas alturas del siglo XXI los datos del informe de la OIT, realizado con información de 178 países, no dicen mucho en favor de los avances realizados por la sociedad hacia la igualdad entre sexos. La crisis acortó la brecha social, pero no porque las mujeres cobraran más sino porque la devaluación salarial y los despidos tuvieron mayor incidencia entre los hombres, y mujeres que no habían trabajado nunca pasaron a ser activas con retribuciones escasas y empleos de baja calidad.

La diferencia salarial entre sexos es del 23%, según la OIT, es decir, las mujeres ganan el 77% de los que reciben los hombres. El director de la representación en España de este organismo, Jerónimo Nieto, destaca que la brecha salarial en España es del 18,8% en la relación salario por hora trabajada, mientras que la media de la Unión Europea es del 16,2%.

MENOS OCUPACIÓN

La OIT se remonta a 1995 para comparar la situación con la actual, y en estas dos décadas la distancia entre ambos géneros en su presencia en el mercado de trabajo apenas se ha reducido. Actualmente la relación empleo-población entre las mujeres es del 49,6%, mientras que hace 20 años era del 52,4%. En los hombres, la tasa actual es del 76,1% frente al 79,9% de 1995.

El trabajo a tiempo parcial, por horas y sobre todo en sectores de poco valor añadido y escasamente cualificado es el que destaca en el informe. La mujeres representan el 40% del empleo total en el mundo, pero son el 57% del total de trabajadores con una actividad a tiempo parcial.

Además la calidad del trabajo es diferente. Los empleo no cualificados son ocupados mayoritariamente por mujeres así como los derivados de sectores que se consideran muy feminizados, como el comercio, la hostelería ( en general en el sector servicios), llamadas ocupaciones elementales en la jerga de la OIT.

Llama la atención en el informe de este año la referencia a que las mujeres no logran entrar en los nuevos empleos tecnológicos que son los que están impulsando el crecimiento económico y social en este siglo. Este problema se observa tanto en las ocupaciones derivadas de titulaciones superiores como de formación profesional.

PROTECCIÓN SOCIAL

Las mujeres superan en un punto (52,1% frente al 51,2%) a los hombres entre los asalariados pero la actividad de casi el 40% de ellas no contribuye a la protección social, con las serias consecuencias que ello tiene en la futura pensión. Casi el 65% de las personas que superan la edad de jubilación sin recibir ninguna pensión regular son mujeres. En concreto, el porcentaje de mujeres que llega a la jubilación y recibe una pensión es, como media mundial, 10,6 puntos inferior a la de los hombre. En otras palabras, 200 millones de mujeres mayores viven sin percibir ingresos regulares de protección social frente a 115 millones de hombres.

La situación no mejora en cuanto a los permisos por maternidad. Cerca del 60% de las mujeres trabajadoras en todo el mundo (casi 750  millones) no se beneficia de este derecho legal. Pero la falta de concienciación respecto a estos derechos y la insuficiente capacidad contributiva, entre otras cuestiones, limitan a 350 millones de mujeres la posibilidad de recibir alguna ayuda económica por el parto.