CRISIS CORPORATIVA

El plan global de Abengoa

La viabilidad de la compañía en preconsurso pasa por la capitalización de la mayor parte de la deuda y la venta de activos

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS / BARCELONA

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Esperando el plan global que permita conjugar una solución industrial y financiera para que Abengoa no pase de una situación de preconcurso de acreedores al proceso definitivo de insolvencia, los inversores observan con cierta perplejidad el hermético proceso de negociación que implica a la empresa, la banca y los bonistas. Sin duda, un entramado de 700 empresas distribuidas en más de 50 países y con un volumen de deuda de cerca de 9.000 millones de euros no resulta fácil de apuntalar una vez desveladas sus debilidades. Pero por simplificar: la solución pasa por buscar la fórmula que permita reducir esa deuda a límites maniobrables.

Fuentes financieras concretan que la negociación con los bancos acreedores --las entidades financieras han formado un comité que lleva el peso de las negociaciones integrado por Santander, Bankia, Popular, CaixaBank y Sabadell, junto a HSBC y Société Générale-- se articula en torno a la opción de que un 30% de los créditos se mantengan como deuda sostenible, mientras que el 70% restante sea capitalizado por la banca. No han trascendido cifras concretas, pero está claro que las entidades financieras acabarán haciéndose con el control del grupo energético. Un acuerdo por esta vía evitaría que Abengoa tuviera que acudir al concurso de acreedores para lo que los negociadores tiene de tiempo hasta el 28 de marzo.

En todo caso, el pacto no es sencillo dada la complejidad del grupo. Abengoa presentó recientemente un plan industrial a los bancos, mejor dicho a KPMG, que es la consultora que trabaja para las entidades financieras. Pero ese plan industrial por sí mismo "resulta insuficiente si no se alcanza una solución global", apuntan fuentes consultadas. No hay demasiados detalles de su contenido, entre otras razones, porque es objeto de la negociación con los acreedores. "Hay que comprobar que lo que se asegura en el plan es así y se adapta a la posible solución financieras que se manejan", destacan las fuentes consultadas. De hecho, se espera que KPMG presente sus solución global a los acreedores la próxima semana, una vez analizados los detalles en la negociación que mantiene a diario con la compañía.

PLANES DE VENTA

No obstante, han trascendido planes de venta de activos de la compañía que se incluyen en ese plan. La filial cotizada en el Nasdaq de Abengoa, Abengoa Yield -renominada Atlantica Yield- ha desvelado en recientes comunicados enviados al regulador del mercado de Estados Unidos, SEC, los activos que el grupo de energía español prevé vender. Abengoa Yield informó el mes pasado al mercado sobre la venta del 13% de su capital por parte de la matriz.

Asimismo la empresa se propone la venta de plantas solares, desalinizadoras, y líneas de transmisión situadas en Abu Dhabi -ya realizada-, Argelia, Perú, México, y España. Paralelamente, la cotización de las acciones --los dos tipos de títulos que fluctúan en el mercado-- se ha mantenido en una montaña rusa continua. La última gran novedad que ha provocado ascensos considerables es que el 'hedge fund' Appaloosa, controlado y fundado en 1993 por el inversor David Alan Tepper, ha comunicado que entró el año pasado en la filial de Abengoa. Controla un 6,3% del capital, valorado en unos 87 millones de dólares (77 millones de euros).

También informaron de sus posiciones a cierre del 2015 en la filial –de la que Abengoa controla el 41%– las gestoras Jenisson, con un 9,22%; MFS, con un 4,25%;y Waddell & Reed, con un 5,3%. Todas ellas acudieron a la salida a bolsa de Yield en junio del 2014 y no han variado significativamente su posición, explican fuentes cercanas a la compañía. Waddell & Reed ha comunicado que ha elevado su participación al 8%. Pero de hecho, todo eso no representa una gran novedad, ni forma parte de la solución que se adopte para la compañía, que, además, debe dar una salida también a los bonistas. Abengoa realizó siete emisiones de bonos en euros por 2.840 millones y otras cuatro de 1.679 millones en dólares (unos 1.580 millones de euros), lo que eleva a unos 4.420 millones de euros su deuda en este formato. 

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