POLÉMICA SALIDA A BOLSA

Un folleto con trampa para captar pequeños inversores

El Tribunal Supremo sostiene que con la información real de la entidad, los minoritarios no habrían entrado en Bankia

Rodrigo Rato en el acto de salida a bolsa de Bankia

Rodrigo Rato en el acto de salida a bolsa de Bankia / periodico

MARGARITA BATALLAS / MADRID

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Si no llega a ser por la información que constaba en los folletos oficiales de la salida bolsa de Bankia, los pequeños inversores, que solo buscan rentabilidad en estas operaciones, no habrían comprado acciones. Y como que los datos que constaban en ese folleto no se ajustaban a la realidad financiera del banco, ni eran posibles las ganancias que se preveían, en realidad se convirtió en una trampa para captar inversores minoritarios que si hubiesen sabido la realidad de Bankia no habrían acudido a la ampliación. Esos son, en síntesis, los argumentos de la sentencia del Tribunal Supremo, hechos públicos este miércoles, y cuyo fallo ya adelantó el pasado enero, que anuló los contratos suscritos por pequeños inversores de Valencia y Asturias de las acciones que adquirieron en la polémica salida a bolsa del 2011.

Según explican los jueces en la sentencia, son hechos notorios que Bankia salió a bolsa, publicitó un folleto en el que recogía que había obtenido beneficios (309 millones de euros) y luego reformuló sus cuentas "con un resultado completamente distinto al publicitado" pues "en vez de beneficios existían importantísimas pérdidas". Estos hechos, añade la sentencia, no han sido cuestionados por el banco en sus demandas. Además, el alto tribunal subraya que la salida a bolsa de Bankia no contaba "con un historial previo" de cotización pues este banco surge tras la fusión de siete cajas de ahorros. Por ello, señala que la información facilitada en el folleto de salida "era el único cauce de información del que disponía el pequeño inversor" a diferencia "de lo que podía ocurrir con otros inversores más cualificados" que estaban capacitados para obtener otros datos económicos de la sociedad. En este sentido, fuentes del tribunal aclararon que en estas sentencias se establece la doctrina a seguir "para los pequeños inversores", y no prejuzgan nada sobre los inversores institucionales, porque no ha llegado al tribunal aún ninguna demanda de estos. 

EQUÍVOCOS

Los jueces insisten en que datos incluidos en el folleto provocaron que los inversores "se hicieran con una representación equivocada de la solvencia de la entidad". Y era lógico que pensaran que iban a obtener ganancias y por ello compraron. Sin embargo, poco después se encuentran con "una entidad al borde de la insolvencia, con pérdidas multimillonarias no confesadas y que tiene que recurrir a la inyección de una elevadisima cantidad de dinero público para su subsistencia". 

Los magistrados también se niegan a dejar en suspenso el proceso civil hasta que concluya la investigación penal contra los gestores de Bankia, entre ellos Rodrigo Rato, porque ambos procedimientos son distintos. En el civil, explican, "no se discute" si "el falseamiento de datos" fue delictivo o no sino si indujo a error a los inversores. Por ello, rechazan esta pretensión del banco para que no resulte "ineficiente" la demanda que estos inversores han planteado en la vía civil.