INDUSTRIA

General Electric suprimirá en Europa 6.500 empleos ligados a la actividad energética de Alstom

Un empleado de Alstom frente a un logo de GE, durante las negociaciones de la compra

Un empleado de Alstom frente a un logo de GE, durante las negociaciones de la compra / periodico

EVA CANTÓN / PARÍS

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Un mercado energético en crisis es el argumento que General Electric ha puesto encima de la mesa para justificar un tijeretazo que conllevará la supresión de unos 6.500 puestos de trabajo en Europa en los próximos dos años. El plan de restructuración se centra en las antiguas actividades energéticas de la francesa Alstom que el gigante norteamericano había comprado en noviembre del 2015.

El país que más acusará el recorte será Alemania, donde desaparecerán 1.700 empleos, seguido de Suiza, con 1.300. En Francia afectará a 765 puestos y en España a 467, según el diario galo L’Est Républicain, que ha adelantado la noticia confirmada posteriormente por la compañía. “El plan de restructuración afectará a varios países europeos y tendrá un impacto potencial sobre 6.500 de los 35.000 puestos de trabajo”, ha explicado a AFP un portavoz de General Electric.

Los agentes sociales fueron informados este martes del proyecto empresarial durante una reunión del comité de empresa europeo y este miércoles los sindicatos galos han puesto el grito en el cielo al denunciar “un plan bursátil de despidos”.

“Tenemos la sensación de que buscan ahorrar 3.000 millones de dólares y, de golpe, eso se traduce en la supresión de 10.000 puestos de aquí a finales del 2017”, ha señalado Arnaud Séjourné, de CFE-CGC, federación que agrupa a los sindicatos profesionales, aventurando una cifra de despidos a nivel mundial que General Electric de momento no ha confirmado.

El representante de la CGT, Laurent Santoire, teme por, su parte, que el anuncio no sea más que “la primera etapa del desmantelamiento” de las actividades del sector energético de Alstom tanto en Francia como en Europa. En concreto, teme que las actividades industriales sacrificadas sean las vinculadas a las centrales de carbón y calefacción.

El grupo norteamericano, cuya nueva rama de energía cuenta con un total de 65.000 trabajadores en todo el mundo, se escuda en un contexto económico difícil y recuerda que nunca ha ocultado que la restructuración tendría repercusiones en los puestos ligados a las actividades de apoyo, como el área de recursos humanos, el departamento jurídico o el de comunicación. Asimismo ha detallado que la supresión se hará básicamente a través de bajas voluntarias.

La operación de compra del sector de energía de Alstom, la de mayor envergadura en la historia de General Electric por la que pagó 9.700 millones de euros, finalizó el pasado 2 de noviembre del 2015 y supuso el nacimiento de una nueva división energética para el grupo estadounidense, que cuenta con 65.000 empleados en más de 120 países. Alstom, mientras, pasó a concentrar su actividad sólo en el sector del transporte.

Por otro lado, la empresa ha confirmado su intención de crear mil empleos netos en Francia en los próximos tres años, un compromiso adquirido durante las largas negociaciones llevadas a cabo con el Estado francés para hacerse con la división de energía de Alstom.

COMPROMISOS EN FRANCIA

Este miércoles, el portavoz del Gobierno francés, Stéphane Le Foll, ha asegurado que el Ejecutivo “supervisará la aplicación de este compromiso”. A principios del pasado mes de diciembre, GE, inmerso en una estrategia tendente a convertirse en la primera empresa industrial digital del mundo, anunció la creación a principios del 2016 de un centro de excelencia digital que supondrá la creación de 250 empleos en París.

Otro centro de servicios compartidos generará 200 puestos en la capital y Belfort, en la región de Borgoña. GE realizó estas promesas a cambio del aval del Estado para la compra de Alstom. Sin embargo, los sindicatos creen que el Gobierno no blindó el futuro de la compañía gala y el de su sector energético.