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La privatización de ATLL limita el margen para bajar el recibo del agua

Tubería y túnel de interconexión de agua de Fontsanta Trinitat.

Tubería y túnel de interconexión de agua de Fontsanta Trinitat. / periodico

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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La posibilidad de bajar el recibo del agua en el área metropolitana de Barcelona y comarcas colindantes, que suman unos 4,5 millones de habitantes, está muy limitada. El contrato de gestión de Aigües Ter Llobregat (ATLL), diseñado por la Agència Catalana de l'Aigua (ACA) en la anterior legislatura de CiU, ofrece muy poco margen de maniobra. Es así porque la retribución financiera a la que tiene derecho por adelantar el canon la concesionaria del servicio, un consorcio encabezado por Acciona, y que forma parte de los costes del agua, es muy alta en los primeros años del contrato. Para el próximo ejercicio supone casi el 40% de la tarifa mayorista: 60,4 millones del total de 158 millones de euros que cobrará a lo largo del 2016 la mayorista a las empresas distribuidoras.

La ACA ha propuesto una revisión de la tarifa mayorista de ATLL para el 2016 con una rebaja del 0,7%, la primera en tres años.Eso se traducirá en un 0,2% o un 0,3% de reducción en el recibo de los usuarios. Pero la rebaja podría ser mucho mayor si no fuera por el corsé financiero que desde el Govern se diseñó en su día para hacer atractiva la participación del sector privado en el concurso para la gestión de esta empresa pública, según fuentes de la industria. Desde el 2012, el recibo de una familia media en el área metropolitana acumula en la parte que corresponde al servicio del agua, un alza del 30% en cuatro años. De 22,43 euros por un consumo de 18 metros cúbicos en el 2012 ha pasado a 29,09 euros cada dos meses. Si se incluyen todos los impuestos y cargos, el alza es de alrededor del 20%: de 44,12 a 53,58. 

Esa privatización, la mayor acometida por la Generalitat se encuentra en los tribunales desde el 2013, después de que Aigües de Barcelona (Agbar, que perdió la licitación, la impugnara. A su vez, la reversión de la privatización es uno de los ejes de la CUP en su negociación conJunts pel Sí. Plataformas como Aigua és Vida, de la que el concejal de la capital catalana por Barcelona en Comú, Eloi Badia, fue uno de los impulsores, defienden también que ATLL vuelva a ser pública.

INTERÉS FIJO

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El contrato de gestión de ATLL reconoce una retribución financiera al concesionario a un tipo fijo del 9,33% durante los 50 años del contrato. Una primera parte se aplica sobre el tramo efectivamente desembolsado por la concesionaria cuando firmó el contrato. A esa cantidad (298,7 millones) se le han restado las anualidades pagadas por ATLL Concesionaria (tres hasta este año) por el resto del contrato pendiente (696,8 millones) y se le añaden las inversiones acometidas (cinco millones). Eso arroja 26,7 millones que se cargan en la tarifa.

Cuando se acordó la operación, el capital privado era reacio a invertir en activos públicos españoles. De ahí que se ofreciera un rendimiento tan elevado comparado con el bono actual a 30 años, que no llega ni al 3%, según las fuentes consultadas. Lo habitual es aplicar un diferencial sobre esa referencia. "Quizás debería haberse previsto un mecanismo de revisión, pero era una época con la deuda en torno al 7%", explican fuentes conocedoras de los detalles.La Generalitat, además, necesitaba urgentemente recursos. 

DEUDA REMUNERADA

Además en la tarifa está la parte que la concesionaria debe a la Generalitat más los intereses asociados, que supera los 700 millones. ATLL paga cada ejercicio un canon con un interés del 4,95%, hasta el final de los 50 años. Y a la vez se le retribuye con el 9,33% sobre la cantidad pendiente, lo que arroja un interés neto a favor de la concesionaria del 4,38%. Son otros 33,7 millones con cargo a la tarifa para el 2016. Esa remuneración recae sobre una inversión aún no realizada y se ve en el sector como un gancho adicional incluido en su día para hacer más atractiva la inversión. En todo caso, esa carga se empezará a reducir a los 10 años del contrato, cuando se empezará a amortizar más capital, según fuentes conocedoras de las condiciones.

La configuración de la tarifa limita hoy por hoy el margen para bajarla. El peso del coste que las distribuidoras pagan a ATLL ha subido en los últimos años hasta suponer en torno a un tercio del total. Si en vez del 9,33%, la concesionaria tuviera derecho a una retribución del 7%, aún elevada, la tarifa mayorista bajaría en torno al 15% y el recibo para el usuario del área metropolitana, en torno a un 4,5%, según distribuidoras consultadas.

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"Es habitual remunerar en estos casos por cantidades aún no invertidas porque se entiende que la concesionaria tiene ese dinero hipotecado en el contrato. La cuestión es el tipo de interés que se aplica, que podría ser más bajo o haber previsto que se revisara", afirman fuentes del sector. Fuentes de ATLL recuerdan que las condiciones están recogidas en los propios pliegos del concurso. Además "las condiciones financieras eran inferiores las que planteaba la otra oferta", la de Agbar, que superaba el 10%. A su vez aseguran que los otros componentes de la tarifa, como los costes de operación, se actualizan según el IPC que, en la actualidad, es negativo.