El Supremo decide que Andreu instruya las denuncias por las preferentes de Bankia

Afirma que no se pueden separar la creación del producto de la venta

Protestas de afectados por las participaciones preferentes, ante las puertas del juzgado donde declara Rato.

Protestas de afectados por las participaciones preferentes, ante las puertas del juzgado donde declara Rato. / JOSÉ LUIS ROCA

MARGARITA BATALLAS / MADRID

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El Tribunal Supremo ha decidido que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu instruya todas las denuncias presentadas por la venta de preferentes de Bankia al resolver una cuestión de competencia presentada por un juzgado de Madrid que remitió una denuncia de dos  dos perjudicadas a  la Audiencia.

Los magistrados sostienen que no se puede separar en dos causas la creación de la la venta de este producto que ha sido calificado por los compradores como una estafa. El alto tribunal safirma que la investigación debe dirigirse "no solo a los consejos de los dependientes" que recomendaron la compra de este producto a sus clientes sino "a la naturaleza misma del producto cuya adquisición" provocó pérdidas económicas a los compradores.

Asimismo, los togados mantienen que en este caso la entidad tuvo un comportamiento más amplio que el de los empleados que ofrecieron el producto a los clientes en las oficinas bancarias que "debe valorarse desde antes de la relación directa con el cliente a partir del diseño del producto".

EL ORIGEN

Esta decisión resuelve el conflicto surgido entre el juzgado número seis de Majadahonda (Madrid) y el cuatro de la Audiencia Nacional. Prísula Frutos y María Pilar Leonardo presentaron el pasado mes de mayo en el juzgado de Majadahonda una denuncia contra los administradores de Bankia por haber perdido parte de los 48.000 euros que invirtieron en preferentes tras recibir una carta de Bankia, sin firma, en la que les invitaban a adquirir este producto.

El juez Andreu investiga la fusión de Bankia y su salida a bolsa y la creación de las preferentes después de que la sala penal de este tribunal decidiera acotar esta instrucción a los responsables de la entidad y no a los empleados que las vendieron en las oficinas.