¿Cuánto pagaré en la factura de la luz?

La CNMC tiene una herramienta para estimar a cuánto asciende la factura del consumidor con tarifa regulada

Instalación de contadores para aplicar el nuevo precio de la luz por horas.

Instalación de contadores para aplicar el nuevo precio de la luz por horas. / periodico

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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El modelo de facturación horaria de la facturación horaria luz complica mucho prever lo que se pagará en el recibo. Alrededor del 40% de la factura de la tarifa regulada o precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) está sujeta a los vaivenes del mercado. A partir de este jueves el sistema afecta a más de seis millones de usuarios con PVPC y un contador inteligente listo para la telegestión.

Al resto, otros seis millones (puede ser que tengan este tipo de medidor pero que este aún no esté preparado para la telegestión o que aún no se lo hayan cambiado. Existe un calendario de implantación gradual que se prolonga hasta el 2018) se les aplica un patrón mediode consumo según su tipo de tarifa. La más habitual es la 2.0, sin discrimianción horaria.

Además hay otros 12,4 millones de usuarios que están en el mercado libre, bien conscientemente o como consecuencia de argucias comerciales de las compañías o de las subcontratas de estas para captar clientes.  

Una de las vías que tiene el usuario en estas circunstancias para estimar lo que va a pagar es acceder a diario a los precios del mercado del día siguiente, que se publica en la web de Red Eléctrica a partir de las 20.30. Además, hay compañías que ofrecen aplicaciones para hacerlo. Y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) puso hace unos meses también una herramienta a disposición de los usuarios, que ahora adquiere una importancia mayor.

A su vez existe un comparador de la misma CNMC con el que se puede tener una idea de las ofertas existentes en el mercado libre. Esa es una opción por la que apuestan las eléctricas. En unos casos a través de cuotas  fijas mediante las que se gana en previsibilidad por parte del usuario, pero a costa de pagar algo más; y en otras mediante técnicas comerciales con descuentos en el término fijo de la factura o en los kilowatios (kW) consumidos.