La casa de la Generalitat

Hasta 3.000 empleados de la administración catalana se trasladarán en el 2019 a un campus que concentrará dependencias hoy dispersas

Proyecto 8  Desde la izquierda, el arquitecto Enric Batlle, Javier de Diego (Hines) Hermann Montenegro y Mas-Colell.

Proyecto 8 Desde la izquierda, el arquitecto Enric Batlle, Javier de Diego (Hines) Hermann Montenegro y Mas-Colell.

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

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La Generalitat tendrá nueva casa en el 2019 en la que concentrará dependencias dispersas en la actualidad por Barcelona. Entre 2.500 y 3.000 empleados públicos se mudarán ese año al edificio que se construirá en el barrio de La Marina del Port de Barcelona, en la Zona Franca de Barcelona. Esa es la previsión del conseller de Economia, Andreu Mas-Colell, que recibió el proyecto arquitectónico del futuro campus administrativo de la Generalitat en ese barrio, de la mano del delegado de Axa Real Estate, Hermann Montenegro.

Zumarán Inversiones, del grupo Axa, presentó en julio la única oferta para el nuevo inmueble que la Generalitat alquilará durante un periodo de 20 años. La administración catalana estima que con esta operación se ahorrará en rentas un mínimo de 40 millones de euros con respecto a la situación actual.

A su vez, según los cálculos de la Conselleria, está prevista la reducción de un 30% en el gasto de servicios y suministros asociado a inmuebles y ahorros ligados a cambios organizativos. El complejo constará de dos edificios, uno de cinco y otro de seis plantas de estructura cuadrada y diáfana, con un total de 46.000 metros cuadrados.

El despacho de arquitectos Batlle i Roig es el encargado de diseñar las instalaciones que construirá la promotora Hines Europe. Está previsto que las obras comiencen el año que viene. Además en febrero próximo el personal de la Agència Tributària de Catalunya (<strong>ATC</strong>) se trasladará a un nuevo edificio propiedad de Bankia Pensiones en el paseo de la Zona Franca, en la misma área, declarada «zona prioritaria de reubicación de dependencias administrativas» por acuerdo del Govern del pasado 16 de junio.

Las asfixias financieras de la Generalitat en los últimos años han llevado al gobierno catalán a vender unos 40 edificios, la mayoría de ellos situados en el centro de Barcelona, para obtener ingresos, y, haciendo de la necesidad virtud, ha aprovechado para diseñar un plan que concentre en zonas más periféricas dependencias administrativas de la Generalitat.

Esta política inmobiliaria además servirá para reducir el importe de los alquileres porque se pasará de zonas muy céntricas y más caras a otras con un coste menor. El nuevo inmueble será el más grande usado por la administración y se convertirá en «un elemento dinamizador» del barrio de La Marina del Port. Este ocupa el puesto 52 en el la lista de renta familiar de los 73 barrios de Barcelona. La Dreta de l'Eixample, donde se ubican hoy buena parte de las depedencias administrativas de la Generalitat ocupa la séptima plaza.