POLÍTICA MONETARIA

China inyecta 117.000 millones en sus bancos

El Gobierno quiere evitar una fuga masiva de capitales tras devaluar el yuan

Un inversor mira el panel electrónico de las cotizaciones de la bolsa en Hangzhou, ayer.

Un inversor mira el panel electrónico de las cotizaciones de la bolsa en Hangzhou, ayer.

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

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Contra la ralentización económica, inyección de capital sin freno. Pekín ha regado sus bancos de millones de yuanes en los dos últimos días para que el estímulo redunde en los sectores económicos más rezagados. El Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas inglesas) repartió ayer 17.000 millones de dólares entre una docena de entidades financieras comerciales sólo un día después de haber destinado otros 100.000 millones de dólares a dos bancos estatales.

El PBOC ha dado instrucciones a las entidades para que apoyen con ese caudal de fondos a las pequeñas compañías, la agricultura y otros sectores «débiles». Los expertos habían advertido que anteriores inyecciones de capital no habían llegado a los cauces económicos.

El martes ya había suministrado 48.000 millones de dólares al China Development Bank y otros 45.000 millones al Export-Import Bank of China, según la agencia de noticias Xinhua. Ambas instituciones están al servicio de la política de Pekín y prestan según sus directrices.

Esta inyección de capital es la mayor en los últimos 19 meses y responde al temor de una masiva fuga de fondos debido a la reciente devaluación del yuan. La divisa china perdió casi un 5 % respecto al dólar en apenas tres días de ajustes, lo que generó una subida en los intereses a corto plazo y la rentabilidad de los bonos.

La media ponderada de acuerdos de recompra, el indicador que mide los costes de financiación a corto plazo en el mercado interbancario, subió desde el 1,52 % al 1,72 % tras la devaluación del yuan. Aquella medida fue justificada por Pekín como necesaria para insuflar aire a las decaídas exportaciones, tradicional motor de la economía nacional.

INTERVENCIONISMO

La economía china creció el pasado año a un 7,4%, el ritmo más bajo en décadas, y este año ha previsto que caerá cuatro décimas más. Si la ralentización continúa, el PBOC deberá recurrir a sus reservas de divisas extranjeras para detener el desplome del yuan, lo que drenaría liquidez al sistema.

El intervencionismo se trasladó a los parquets chinos en una jornada que puso a prueba el sistema nervioso de los inversores. Las bolsas de Shanghái y Shenzhen registraban por la mañana caídas del 3 %, que sumadas a las del martes alcanzaban el 8 %. Pero el anuncio del apoyo estatal a las compañías privadas las empujó hasta cerrar con un alza del 1 %. Una veintena de empresas anunciaron durante el día de ayer que fondos estatales habían comprado sus acciones en la bolsa.

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