Núñez ingresa en prisión todo el día por orden de la Audiencia

L a Audiencia de Barcelona ha revocado el tercer grado del penitenciario del que disfrutaba el empresario y expresidente del Barça Josep Lluis Núñez, condenado a dos años y dos meses de prisión por sobornar a funcionarios de Hacienda, y desde esta semana ha vuelto a pasar toda la jornada en prisión, y no solo a dormir como venía haciendo desde el pasado 24 de diciembre. El constructor está ingresado en el centro penitenciario de Quatre Camins, en la Roca del Vallès.

De hecho, Núñez solo estuvo 34 días encerrado entre rejas al concederle Serveis Penitenciaris de la Generalitat el tercer grado penitenciario. Gracias a esta medida, el constructor solo tenía que ir a dormir a la prisión entre semana, y podía pasar en su casa los fines de semana y todos los días festivos. La fiscalía de la Audiencia de Barcelona recurrió desde el primer momento el tercer grado, del que también disfrutaban su hijo, Josep Lluis Núñez i Navarro, el asesor fiscal del grupo Núñez, Salvador Sánchez Gui, y el inspector Álvaro Pernas. A estos dos últimos, la Audiencia también les ha revocado la medida, y han ingresado todo el día en el centro de Can Brians (Sant Esteve Sesrovires), mientras que el caso de Josep Lluis Núñez hijo aún está pendiente de resolución.

El juez asumió en su momento la primera petición de la fiscalía y revocó el tercer grado el pasado 25 de febrero del 2015. La defensa de Núñez presentó un recurso ante la Audiencia y como que el auto no era firme, el promotor inmobiliario pudo continuar en semilibertad, hasta que el tribunal ha fallado finalmente en contra del criterio de la defensa.

En un primer auto, la Audiencia reclamó al juez de vigilancia penitenciaria que que dictara una petición más motivada. En su respuesta a la demanda, la jueza Isabel Gallardo fue muy contundente en la defensa de su decisión de revocar el tercer grado. La magistrada comparte la opinión del fiscal de que la conducta del empresario «fue muy grave» en términos de «repercusión social e institucional», pues fue condenado por «el caso de corrupción de mayor relevancia conocido en la historia de Catalunya».

Además, resaltó como agravante que «el interno cometió el delito por puro ánimo de lucro, por mera avaricia». Esta circunstancia, unida a la gravedad del delito exigía a entender de la jueza, un «mínimo de tratamiento en el que se constate la realidad de la asunción y compresión de los hechos que permita evidenciar un riesgo bajo de reincidencia criminal».

A pesar de la última decisión de la Audiencia, la defensa ha logrado con su estrategia ganar tiempo. Ahora Núñez ya ha cumplido en régimen abierto casi la totalidad de la cuarta parte de su condena, requisito que facilitaría que las autoridades penitenciarias le concedan de nuevo el tercer grado, una vez agotados los recursos

El macroproceso destapó los sobornos de Núñez a inspectores para que hicieran la vista gorda con las empresas de su grupo. El Tribunal Supremo rebajó la condena de seis a dos años por dilaciones indebidas.