Guindos pierde la batalla frente a Dijsselbloem para el Eurogrupo

El ministro español no logra apoyos para liderar el consejo de ministros de Finanzas del euro

Luis de Guindos, derecha, y Jeroen Dijssembloen, ayer, poco antes d einicarse la reunión del Eurogrupo en Bruselas.

Luis de Guindos, derecha, y Jeroen Dijssembloen, ayer, poco antes d einicarse la reunión del Eurogrupo en Bruselas.

SILVIA MARTÍNEZ / ROSA M. SÁNCHEZ / BRUSELAS / MADRID

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Ni la intensa implicación personal del presidente del Gobierno a favor de la candidatura del ministro Luis de Guindos para presidir el Eurogrupo, ni el apoyo personal prestado por la cancillera Angela Merkel (tras realizar parte del camino de Santiago con Mariano Rajoy en agosto pasado), han bastado para hacer prosperar la aspiración de España de lograr un puesto relevante en las instituciones europeas.

Definitivamente, el ministro De Guindos, no será el próximo presidente del Eurogrupo. Apenas nueve horas después de cerrar un principio de acuerdo para negociar un tercer rescate con Grecia, el holandés Jeroen Dijsselbloem era elegido de nuevo, en votación secreta, para liderar durante otros dos años y medio a los países de la zona euro.

El resultado supone una derrota en toda regla para la diplomacia española en su intento por copar alguno de los altos cargos europeos. «En la vida hay veces en las que se gana y otras en las que se pierde. Todos teníamos mucha ilusión en este tema. Saldrán otras cosas y estoy convencido de que España se merece tener más representación», se limitó a decir Guindos tras la votación.

El fracaso de la candidatura española casi se podía adivinar a última hora de la mañana, escuchando el escaso entusiasmo de Mariano Rajoy al ser preguntado por esta cuestión, poco antes de que diera inicio la reunión del Eurogrupo. Fuentes de la Moncloa apuntaron después que el Gobierno seguirá trabajando para que España tenga «la representación que le toca por su tamaño y su peso en la Unión».

NUEVE A FAVOR, DIEZ EN CONTRA

España confiaba en que el apoyo público y explícito de Alemania, con la cancillera Angela Merkel a la cabeza, atraería a otros socios de la Eurozona a su campo pero el resultado puso de manifiesto que Dijsselbloem sigue siendo el preferido de una mayoría de países. «Pierre Gramegna -el ministro de finanzas luxemburgués que presidió la votación como presidencia de turno- dijo que había una mayoría claramente suficiente a favor de mi candidatura. Y que contaba con un apoyo unánime a mi presidencia en este segundo mandato», anunció el socialista holandés en la rueda de prensa final del Eurogrupo, sin precisar el resultado.

«Ha sacado algún voto más que yo y por eso ha ganado. El resultado es el que ha sido. Ha sido muy, muy apretado», se limitaba a decir el ministro español reduciendo la diferencia de votos a un reñido 10-9 que fuentes holandesas desmentían. Otras fuentes del Gobierno español, sin embargo, confirmado el resultado de 10-9 de la votación.

Aunque la votación era secreta, algunas delegaciones sí hicieron públicas sus preferencias como algunos países del Este y entre ellos Eslovaquia. «Me gusta su estilo. Es un buen tipo» y «honestamente nos ha ayudado a navegar en la Eurozona durante la crisis. Ha hecho un trabajo excelente», dijo su ministro Peter Kazimir, elogiando a Dijsselbloem.

ESCASA REPRESENTACIÓN

Polémicas sobre números aparte, el resultado mantiene la infra-representación de España en los altos cargos europeos. España ha perdido la vicepresidencia que tenía Joaquín Almunia en el anterior equipo de la Comisión Europea. Ya en el 2012, España había perdido también el sillón en el directorio del Banco Central Europeo que había ocupado José Manuel González Páramo. En la actualidad, España solo ocupa una cartera menor dentro del colegio de comisarios como es la de clima y energía, que desempeña Miguel Arias Cañete. De ahí que durante todo este año hayan defendido la necesidad de premiar a De Guindos con el puesto. No solo por la falta de presencia en las instituciones europeas sino por la buena marcha de la economía española.

A juicio de Guindos, la crisis de Grecia y el papel protagonista de Dijsselbloem no han desequilibrado la balanza. «No ha influido ni positiva ni negativamente», estimó el ministro convencido de que el reconocimiento a España y a la política del gobierno de Mariano Rajoy es una realidad. «Sé quién me ha votado y quién ha votado a Dijjselbloem. No me decepciona nadie», zanjó.

Lo cierto es que otras fuentes sí admitieron que el cariz cobrado por la dramática negociación con Grecia y que el proceso aún esté muy abierto «ha jugado a favor del mantenimieno del statu quo» en el organigrama del Eurogrupo y, en definitiva, de la renovación del actual presidente. El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, elogió el «inteligente y eficaz» trabajo de Dijsselbloem, al que atribuyó el éxito del acuerdo con Grecia. «Este acuerdo se logró gracias a Dijsselbloem», dijo el francés.