Hipersensibilidad

La palabra hipersensibilidad se suele emplear para describir estados o personas que tienden a experimentar los sentimientos de formas desaforada y a expresar sus emociones con aparatosidad. Sin embargo, no hay que olvidar que en medicina describe una reacción inmunitaria exacerbada que produce trastornos, incomodidad y a veces incluso la muerte súbita. Requiere que el individuo esté sensibilizado, es decir, que se haya visto expuesto en al menos una ocasión a la sustancia que desencadena la reacción inmunitaria (el antígeno).

Estas descripciones vienen bien para explicar en qué situación se encuentran los inversores en las últimas sesiones. Tras semanas de euforia compradora alentada por las adquisiciones de deuda del BCE, la bajada del euro y la caída del petróleo, se encuentran ahora hipersensibles (emocionalmente) a todo mala noticia porque han estado expuestos con anterioridad a antígenos perturbadores.

El principal de ellos es la situación de Grecia, que sigue sin arreglarse aunque ayer no trajo malas nuevas (el Tesoro heleno colocó deuda sin grandes problemas). En cambio, los débiles datos macro que se dieron a conocer en Estados Unidos (cifras de ventas minoristas y de inventarios empresariales) hicieron bajar al dólar y enturbiaron los ánimos. No lo pudo corregir los datos de crecimiento de la eurozona del primer trimestre, en línea con lo esperado (0,4%). Y el Ibex 35 acabó plano (0,02%, a los 11.324,6 puntos), con la prima de riesgo en los 115 puntos básicos y el euro en 1,136 dólares.