La CNMV autorizará las plataformas de 'crowdfunding'

El Congreso aprueba la regulación de la financiación participativa

Guindos durante un acto al que asistió esta semana en Barcelona.

Guindos durante un acto al que asistió esta semana en Barcelona.

AGUSTÍ SALA / BARCELONA

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La inversión y los préstamos participativos a través de internet, es decir, el equity equitycrowdfunding y el crowdlending, cuentan ya con una norma reguladora después de que el Congreso aprobara definitivamente el proyecto de ley de fomento de la financiación empresarial. Las plataformas deberán recibir la autorización previa y registrarse en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), así como tener un capital de 60.000 euros «íntegramente desembolsado».

El texto, del que se excluye el micromecenazgo (captación de fondos mediante donaciones, ventas o préstamos sin intereses) ha resultado de las negociaciones en las que haintervenido las plataformas Crowdcube, Bihoop, Fundedbyme, Sociosinversores, Startupxplore, Lanzanos, Bestaker, Adventureros y The Crowd Angel, asesorados por el despacho Roca Junyent.

Ramon Saltor, de The Crowd Angel, asegura que la norma supone «un punto de partida para crecer», al aportar seguridad jurídica. El sector estaba de acuerdo en que había que regular la actividad. Desde el Ministerio de Economía, dirigidopor Luis de Guindos, ha primado el objetivo de establecer límites para proteger a los pequeños ahorradores.

La ley pone como tope que cada inversor particular pueda destinar un máximo de 3.000 euros a un mismo proyecto y de 10.000 durante un año en la misma plataforma de financiación colaborativa que, a su vez, tendrá limitado a dos millones el importe total por proyecto. La norma entiende como inversor acreditado o profesional a aquel que tiene ingresos anuales superiores a 50.000 euros o un patrimonio financiero superior a los 100.000 euros. En estos casos, el importe el proyecto podrá llegar a cinco millones.

Aunque se trata de estimular la captación de recursos al margen d de la banca, los límites impuestos a la financiación por esta vía han suscitado algunas críticas. En un informe, el BBVA advertía en el 2013 de que estas nuevas fuentes de financiación eran «un reto para la banca comercial» porque, «quizá por primera vez en la historia, las empresas y los individuos tienen un acceso sin precedentes a fuentes de capital creadas con pequeñas contribuciones de particulares en todo el mundo». Estas plataformas son, por tanto, «un nuevo competidor con bajos costes operativos, una forma diferente de gestionar el riesgo y una oferta más simple de productos».