COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN DEL PARLAMENT

El Govern buscó el cierre ordenado de Spanair

Joan Gaspart señala que la Generalitat ofreció dinero la mañana de la quiebra de la firma

El presidente de Turisme de Barcelona, Joan Gaspart, ayer en el Parlament.

El presidente de Turisme de Barcelona, Joan Gaspart, ayer en el Parlament.

J. M. BERENGUERAS / BARCELONA

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Nueva jornada de comparecencias en la comisión sobre la quiebra de Spanair en el Parlament. Ayer fue el turno del presidente de Turisme de Barcelona y miembro del consejo de administración de la desaparecida aerolínea, Joan Gaspart, quien no solamente aseguró que repetiría la operación, sino que afirmó que la Generalitat ofreció más ayudas el día que quebró la aerolínea, la noche del viernes 27 de enero de 2012.

«La Generalitat -sostuvo Joan Gaspart- nos ofreció dinero la mañana del mismo cierre para intentar buscar soluciones en un terreno más ordenado. Nos ofrece una ayuda para ganar tiempo», ya que Qatar Airways decidió retirarse el 25 de enero tras la denuncia de una asociación de aerolíneas ante la Unión Europea para determinar si los recursos públicos inyectados en Spanair -unos 175 millones de euros- podían considerarse ayudas de Estado.

No obstante, añadió Gaspart, el problema dejó de ser económico cuando, en una reunión del consejo, un representante de los pilotos les advirtió del estrés que podía ocasionar la noticia sobre los conductores de las aeronaves. «Lo que nadie se esperaba era lo del estrés, y cuando sale este tema vemos que ya no es un problema de dinero, sino de evitar que salga que Qatar Airways se retira y que sin Qatar la gente piense que el proyecto ya no tiene viabilidad», apuntó.

«Cuando todos los aviones han aterrizado se hace el comunicado del cese de operaciones, y, mientras, se trabaja por parte de los técnicos para que los pasajeros no se queden sin viajar. Todos viajan», afirmó Gaspart, aunque miles de pasajeros se quedaron en tierra pese a los vuelos alternativos que ofrecieron para ese fin de semana compañías como Vueling, Iberia y Air Europa.

El directivo, al igual que otros comparecientes anteriores, defendió que la aerolínea «era viable» y destacó que Spanair «no fue un fracaso». «No salió bien. Nunca pensamos que hacíamos un negocio para nuestras empresas, sino que pensábamos que hacíamos un gran favor al país», apuntó Gaspart, que defendió que la operación siempre fue mucho más privada que pública, pese a la colaboración.

AMÉRICA, ASIA / «Volvería a intentar la operación. Lo hice y lo volvería a hacer siempre, porque se trata de convertir a Barcelona en un hub internacional», agregó Gaspart, que consideró que el aeropuerto de Barcelona aún tiene mucho camino por recorrer en las conexiones con América, Asia y África.

También ayer compareció el exconsejero Jordi Rafael Bagó (Grupo Serhs), quien sostuvo: «Había una parte emocional dentro del proyecto, pero como empresarios siempre creímos en su viabilidad». El directivo indicó que su empresa aportó un millón de euros a la compañía aérea, y reconoció que hay iniciativas empresariales que no tienen un beneficio económico directo ni inmediato: «Era una inversión que hacíamos casi a fondo perdido».