CONMEMORACIÓN DE UNA MARCA CATALANA

Un siglo de vino innovador

Raimat, del Grupo Codorníu, celebra su primer centenario manteniendo la apuesta por el I+D+i

Celebración 8Mar Raventós, junto a Xavier Farré -izquierda-, director de Viticultura, y Xavier Pagès.

Celebración 8Mar Raventós, junto a Xavier Farré -izquierda-, director de Viticultura, y Xavier Pagès.

AGUSTÍ SALA / RAIMAT

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Fue el expresidente del Barça Josep Lluís Núñez el que, para chanza general, se refería a su entidad como «el club que da nombre a la ciudad». En el caso de Raimat, la marca de vinos y cavas del Grupo Codorníu, eso es una realidad científica. Lo recordaron la presidenta del grupo Maria del Mar Raventós, y el director general, Xavier Pagès, durante un acto de conmemoración del primer centenario de Raimat.

La bodega fue creada de la nada por Manel Raventós Domènech, bisabuelo de la actual presidenta y abuelo del director general, en un territorio árido, pedregoso y de duro clima continental poco propicio para cultivar vid. Pero no solo constituyó en 1914 una compañía para elaborar vino en las 3.200 hectáreas que adquirió, sino el paisaje de la zona y un pueblo: Raimat, cuyo nombre procede de un escudo del siglo XVII hallado en la finca con los dibujos de un racimo de uvas y una mano (raïm y  en catalán, que forman Raimat).

Desde sus orígenes, Raimat se ha caracterizado por la transformación y la innovación. De hecho, es un «un centro piloto de I+D+i» para todo el Grupo Codorníu, así como para el desarrollo de políticas medioambientales y de sostenibilidad, según Pagès. La compañía fue también en su día el embrión de lo que luego ha sido la denominación de origen (DO) Costers del Segre, de la que forman parte unas 30 bodegas.

En la línea de apostar por la innovación se enmarca la tirada conmerorativa del nuevo vino blanco Raimat 100, una fusión entre las mejores parcelas y uvas de chardonnay y de xarel·lo, del que solo se han producido 603 unidades. En seis meses se lanzará al mercado.

El conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, que participó en el acto conmemorativo, subrayó también el aspecto de Raimat como «referente territorial». Además de su internacionalización, destacó como rasgos de la compañía la comunión entre territorio, calidad y marca.

La presidenta, Maria del Mar Raventós, recordó que cuatro generaciones marcan la historia de Raimat hasta ahora, dentro de un grupo, Codorníu, de la misma familia, los Raventós, con orígenes en el siglo XVI. Raimat, que celebrará en unos 15 días su junta de accionistas, todos familiares, cerró su último ejercicio fiscal con unas ventas de 14,3 millones, con lo que mantuvo la estabilidad de la campaña anterior.

La compañía mantiene su estrategia de centrarse en la innovación en sus vinos y cavas. El mercado español supone el 70% de sus ventas. A escala internacional , los países escandinavos suponen el 15% del negocio. Le siguen EEUU, el Reino Unido, Suiza y Holanda. También se refuerza en China y en Japón. La constante apuesta por innovar y la calidad en sus procesos y productos han hecho de la marca un referente que se distingue «en un mundo de productos de bajo coste», destacó Pagès. Y es que «Raimat no está en el centro de ningún sitio, pero ha logrado ser muy importante», según su presidenta.