Objetivo: una retención menor en la nómina de enero

El Gobierno tiene la intención de alegrar las economías domésticas en un ejercicio electoral como el del 2015, con comicios municipales y generales. Por eso el objetivo esencial del Ejecutivo de Mariano Rajoy es que los contribuyentes perciban la rebaja tributaria a través de unas retenciones más reducidas en la nómina a partir de enero.

A pesar de que uno de los ejes de la reforma era que tuviera efectos recaudatorios neutros, es decir, que las bajadas de unos tributos se compensaran con subidas de otros, al final han primado las medidas con réditos electorales.

En línea con las recomendaciones del informe del comité de expertos constituido por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para hacer propuestas de reforma fiscal, no solo se bajará el tipo mínimo del impuesto sino también el máximo. Así, el marginal máximo se situará en el entorno del 50% (hoy está en el 52%, al que las autonomías añaden su parte,  y por eso en el caso de Catalunya llega al 56%). El tipo mínimo está en la actualidad situado en el 24,5%. El número de tramos de la tarifa bajará de los siete actuales a cinco. Rajoy anunció a bombo y platillo que los ciudadanos con ingresos inferiores a 12.000 euros no tendrán que presentar la declaración. Pese al boato, en la actualidad, hasta 11.121,2 euros ya no tributan nada desde el 2010.