Análisis

Un proceso desconocido

Un proceso desconocido_MEDIA_1

Un proceso desconocido_MEDIA_1

MONTSERRAT TERMES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

¿Qué ocurre con el agua una vez la hemos consumido? ¿Tenemos interés en conocer lo que ocurre una vez hemos utilizado el recurso? En general, la respuesta a este tipo de preguntas no es de interés en los medios. Aquello que ya hemos disfrutado y nos ha dado un servicio queda en el olvido. En este sentido, el proceso que vive el agua es también un gran desconocido.

A grandes rasgos, el ciclo de potabilización, distribución, alcantarillado, depuración, reutilización y/o devolución al medio natural que vive el agua parece tener poco interés. De ahí que, en ocasiones, no dejan de sorprender por ejemplo, las grandes discusiones que generan todos los temas relacionados con la prestación del servicio o con las tarifas, y la rapidez con la que se olvida el importante papel que juega el agua en nuestra vida. En este contexto, parece deseable preguntarnos qué ocurre una vez el agua sale de nuestras casas. En nuestro caso, parece evidente y natural disponer de redes de alcantarillado que pasan a la depuradora donde, con un grado elevado de tecnología, el agua vuelve al medio para proseguir de manera indefinida en su ciclo interminable. De ahí que sea necesario hacer un corto viaje para conocer cómo hemos llegado a la excelente situación, en términos comparativos, que disfrutamos, pues no podemos olvidar que muchos otros países están en una situación peor.

Disfrutamos de una gran facilidad para disponer del servicio de agua en nuestros hogares, y más si estamos en áreas urbanas. Sabemos que nuestros ayuntamientos tienen la competencia en el servicio del agua y en el alcantarillado y, de ahí que dispongamos del servicio y de la red, porque quien tiene la competencia la ha ejercido. Pero, ¿qué ha ocurrido con la depuración? ¿quién ha decidido que debemos tener depuradoras y no verter el agua de la red de  alcantarillado a los ríos? Esa es la cuestión: se ha resuelto un problema sin ser plenamente conscientes de cómo ha sido cuando no lo está en muchos países. La legislación europea ha tenido un papel relevante en la obligación de disponer de depuradoras y, en muchos casos, ha colaborado en su financiación. Como consecuencia y para cumplir la ley, la Agencia Catalana del Agua se ha hecho cargo de la depuración.

Sin embargo, una vez las plantas depuradoras han sido construidas y están operativas, podríamos preguntarnos si deben ser los propios ayuntamientos quienes las gestionen. La respuesta no tiene el mismo grado de obviedad para todos, ya que el coste de la operación y el mantenimiento de las depuradoras que dan servicio a un importante número de población no son cuestión baladí. En este sentido cabe destacar que, sea cual sea la respuesta, la propiedad de la infraestructura es pública y que tanto la Generalitat como los municipios, forman parte del  sector público. La gestión de esas infraestructuras, de la misma forma que la del servicio de agua, puede llevarse a cabo por cualquier empresa, tenga la titularidad que tenga. Aunque todo parezca que cambie, en realidad, todo queda como estaba.