EXPANSIÓN DE Una BIOTECNOLÓGICA PIONERA

Oryzon da el gran salto gracias a un acuerdo millonario con Roche

Buesa en la sede de la compañía en Cornellà de Llobregat.

Buesa en la sede de la compañía en Cornellà de Llobregat.

AGUSTÍ SALA
BARCELONA

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Un gran salto es el que ha dado la biotecnológica Oryzon tras sellar un acuerdo con la farmacéutica suiza Roche para desarrollar y comercializar fármacos para combatir el cáncer a partir de las investigaciones de la firma catalana. Como consecuencia de ello, la compañía dirigida y fundada por Carlos Buesa junto con Tamara Maes en el 2000 recibirá inicialmente 15 millones de euros (21 millones de dólares) los dos primeros años.

El pacto prevé además el pago de otros 365 millones (500 millones de dólares) en función de la consecución de objetivos clínicos a medio y largo plazo. Para Oryzon, el acuerdo, «aparte de la cuestión económica supone aliarse con una compañía especializada en el desarrollo de fármacos oncológicos y contra enfermedades infecciosas, entre otras, lo que multiplica las probabilidades de obtener éxito», explica Buesa.

El acuerdo parte de la molécula ORY-1001, de Oryzon, reconocida por la Unión Europea (UE) como medicamento huérfano en agosto del año pasado. Hoy por hoy se encuentra en fase clínica I/IIA para la leucemia mieloide aguda, un cáncer de la sangre extremadamente agresivo. Reciben la calificación de huérfanos los fármacos no desarrollados de forma masiva por motivos financieros porque van destinados a pocos enfermos. La calificación da exclusividad de mercado durante 10 años.

El pacto con Roche incluye la licencia de dos familias de patentes de Oryzon y prevé incorporar otras en el futuro. La catalana cobrará royalties variables procedentes de las ventas de los fármacos que se comercialicen a raíz del acuerdo firmado. Además, el pacto establece un programa inicial de investigación colaborativa de dos años entre la compañía catalana y el centro de investigación de Roche en Rochester, en el estado de Nueva York, en EEUU.

RECONOCIMIENTO / Todo ello supone «el reconocimiento de Oryzon como representante de la investigación de frontera y de su experiencia en epigenética», uno de los campos más activos en la investigación del cáncer, afirma Buesa. La epigenética incluye procesos químicos que modifican la actividad del ADN pero sin alterar su secuencia. El cofundador de Oryzon destaca que el acuerdo con Roche es «el mayor alcanzado por una biotecnológica española», que supera incluso al de Zeltia con la estadounidense Johnson & Johnson.

Tras cerrar este pacto, Oryzon recibe un nuevo impulso que le permitirá abrir una filial en EEUU antes de otoño, explica Buesa. Será la consolidación de una firma que decidió desdoblarse en dos sociedades: una dedicada al diagnóstico, actividad para la que resulta más fácil atraer inversión; y otra para las terapias. Buesa no descarta recurrir a la bolsa internacional en el futuro, aunque aún no hay nada decidido. En cualquier caso, «Oryzon es una empresa con vocación de bolsa», agrega.

Oryzon ya tiene en el mercado un producto de diagnóstico con la también catalana Reig Jofré. Además de los fundadores, Buesa y Maes, tiene como accionistas  al fondo Najeti Capital, con más del 30% y otros socios como la farmacéutica Ferrer, Laboratorios Ordesa y Josep Maria Echarri, socio director de Inveready.