CONTROL TRIBUTARIO

Golpe al fraude chino

Empresas chinas. Nave de una empresa situada en la calle Progrés de Badalona, en enero del 2013.

Empresas chinas. Nave de una empresa situada en la calle Progrés de Badalona, en enero del 2013.

J. G. ALBALAT
BARCELONA

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«Se trata de la mayor operación antifraude conjunta y simultánea hecha en Catalunya». El delegado especial de la Agencia Tributaria, Gonzalo David García de Castro, definió así en enero del 2013 la macrooperación efectuada contra una red de mayoristas de origen chino que presuntamente defraudó a Hacienda 64 millones de euros. Los investigadores implicaron a 23 empresas importadoras de Badalona, Sant Adrià del Besos y Girona. Esta semana ha empezado en Barcelona el primer juicio contra dos administradores de una de esas compañías. La fiscalía  exige para uno de ellos 16 años de prisión por ocho delitos contra la Hacienda Pública y para el otro, dos años de cárcel por un delito. Presuntamente defraudaron 1,5 millones de euros. Otros procesos judiciales similares están en curso.

En diciembre del 2012, tras un año de investigación, la Agencia Tributaria presentó 18 denuncias contra 42 personas, la mayoría de origen chino, y un agente de aduana. Gracias a la reforma de la ley antifraude que hacía dos meses que había entrado en vigor, el fisco procedió al embargo de 84 inmuebles y 240 cuentas bancarias de los presuntos responsables de las empresas implicadas. La normativa permitía los embargos preventivos para garantizar el cobro de la deuda.

En el marco del operativo en el que participaron 102 funcionarios se registraron con orden judicial 20 locales. Así, se pudo comprobar que el volumen real de las importaciones realizadas por las empresas «era muy superior al que venían declarando». Las sociedades se dedicaban al comercio al por mayor de artículos textiles y para regalo que, en su mayoría, se importaban desde China. Las empresas crearon un entramado para ocultar el valor real de las importaciones. Por un lado, se defraudaban los aranceles y se ocultaba un alto porcentaje de las compras. Esto permitía realizar luego las ventas a los clientes minoristas fuera del circuito oficial.

Changyong P. Y Suangyong L., de origen chino, se sientan esta semana en el banquillo de los acusados. Los dos han sido administradores de la mercantil Saida Li Import Export, con sede en Badalona. La empresa se dedicaba al comercio de artículos variados, desde ropa, perfumería, hogar, juguetes, bisutería, maletas y diversos objetos de regalo.

Sistema para defraudar

La fiscalía sostiene que Changyong P., con la finalidad de menguar «considerablemente» la tributación, tenía establecido un sistema dirigido «directamente» a defraudar a Hacienda. Su empresa utilizaba una aplicación informática que discriminaba las ventas: unas eran registradas de forma oficial y otras se ocultaban. Además, la práctica totalidad de las operaciones se realizaban con dinero en efectivo, por lo que se facilitaba ese «mecanismo clandestino», incide la acusación.

Los inspectores de Hacienda comprobaron la existencia en los ordenadores de la empresa de archivos en los que se recogían ventas no incluidas en el libro de facturas. También hallaron documentación de la que se desprende que buena parte de los productos adquiridos no se contabilizaban, albaranes de ventas no registradas y papeles sobre compras de mercancía en China no declaradas..

El fiscal sostiene que los inspectores también constataron que el patrimonio del primer administrador de la firma, Changyong P., era de «cierta relevancia». El otro acusado, Suangyong Li, fue nombrado administrador en junio del 2011, por lo que solo está acusado de un delito contra Hacienda. La defensa ha intentado en el juicio anular las investigaciones.