ORDENACIÓN DE UN SECTOR ESTRATÉGICO DEL ÁREA METROPOLINANA

El Parc de l'Alba tendrá una oferta comercial de 120.000 m2

Vista aérea del Sincotrón, en el Parc de l'Alba de Cerdanyola.

Vista aérea del Sincotrón, en el Parc de l'Alba de Cerdanyola.

MAX JIMÉNEZ BOTÍAS
BARCELONA

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El Parc de l'Alba de Cerdanyola del Vallès «no tendrá un macrocentro comercial», en palabras del conseller de Territori i Sostenibilitat, Santi Vila, pero lo que finalmente tenga puede disponer de un tamaño considerable. El plan director urbanístico que ordena este sector estratégico del área metropolitana -une las poblaciones de Cerdanyola y Sant Cugat- incluye una superficie de 120.000 metros cuadrados para equipamientos comerciales. Unos 20.000 estará situados en los bajos de las promociones residenciales previstas -4.000 viviendas- y 100.000 corresponde a una unidad de suelo que puede desarrollarse de acuerdo con la calificación de terreno urbano consolidado, lo que no delimita el tamaño de la superficie comercial que puede construirse.

«La realidad objetiva es que en estos momentos no hay una iniciativa de esta características», comentó ayer Vila en referencia a la posibilidad de que pueda instalarse un gran superficie comercial en ese proyecto. Tanto Vila, como la alcaldesa de Cerdanyola, Carme Carmona, destacaron que la limitación de los espacios comerciales es mayor de la prevista inicialmente --como máximo podrá ocupar el 7,11% del total de metros cuadrados de la suma del Parc de l'Alba y del sector Can Costa.

Vila destacó que no tiene «una bola de cristal» para ver qué empresas considerarán atractivos estos terrenos. Pero, como sea, 100.000 metros es una superficie solo algo inferior a la de La Maquinista (145.000, con la ampliación). Estos terrenos están situados en un enclave estratégico a nivel de conexiones debido a la confluencia de la B-30 y de la AP-7 y a la proximidad al Aeropuerto, al AVE y al ferrocarril. Diversas fuentes han señalado que hay inversores extranjeros que  con interés por instalarse en esos terrenos, pero igualmente descartan que se hayan presentado, de momento, ofertas concretas.

La Confederació del Comerç de Catalunya (CCC) ha presentado alegaciones al proyecto. «El techo de superficie aprobado, aunque inferior al inicial, nos parece excesivo para cubrir la ocupación residencil que habrá en esta zona», comentó Miquel Àngel Fraile, presidente de la Confederació. «Hemos alegado que no se ponga en marcha hasta que por lo menos el 50% de la oferta residencial esté ocupada», agregó.

PLAZOS DILATADOS / Aunque el proyecto ya está definido, los plazos a los que se enfrentan son dilatados. De hecho, ayer no hizo más que pasar el trámite del consorcio creado entre la Generalitat y el ayuntamiento de Cerdanyola. A lo largo de este mes tendrá que someterse a la aprobación de la comisión de urbanismo de Barcelona y a la de la propia Generalitat. Luego vendrá la fase de desarrollo que tiene un horizonte del 2028 para la zona del Parc de l'Alba y del 2034 para la zona de Can Serra, en el extremo sur del parque.

Lo cierto es que el espacio destinado al sector terciario no es el más grande. Un tercio del terreno (1,4 millones de metros cuadrados) se destina a la actividad económica dentro de la que se incluye el parque científico, cuyo objetivo es el desarrollo de empresas con alto contenido tecnológico, aprovechando los tres pilares científicos que suponen la Universitat Autònoma de Barcelona, el Parc Tecnològic del Vallès y Esadecreapolis. De momento, en ese entorno se encuentran situadas empresas como T-Systems, Sener y el Sincrotrón.

El proyecto también incluye el desarrollo de varios espacios libres que permitirán mantener la conexión entre los parques de Collserola i Sant Llorenç de Munt. El primer paso será, no obstante, la urbanización de todos los terrenos para que puedan destinarse a los usos previstos, lo que previsiblemente llevará un par de años, según el director del Incasòl, Damià Calvet.