EXPANSIÓN EMPRESARIAL

Costa Este abre un hotel

Director general  8 Ramón Bordas en su despacho de Muntaner

Director general 8 Ramón Bordas en su despacho de Muntaner

REBECCA BOSCH BASSAT
BARCELONA

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Si todos los locales del grupo Costa Este están dedicados al sector del ocio y de la restauración será por poco tiempo. El próximo año el líder del ocio nocturno de Barcelona inaugurará su primer hotel en la zona alta de la ciudad.

«Será una extensión natural de lo que hacemos aplicado a un hotel», explica el director general y cofundador del grupo, Ramón Bordas. El objetivo es que los huéspedes se sientan tan cómodos «que no acudan al alojamiento solo para dormir» sino también para disfrutar de los servicios de bar y restauración. El empresario todavía no quiere revelar la dirección exacta del hotel, que empleará alrededor de 25 personas, pero tendrá 3.000 metros cuadrados, categoría de cuatro estrellas y contará con 50 habitaciones y un restaurante.

El grupo Costa Este nació en 1987 de la mano de los hermanos Ramón y Javier Bordas, y actualmente cuenta con 14 locales que emplean a 600 personas (tres abiertos durante la crisis). Entre las principales enseñas del grupo figuran Astoria, Nuba, Bling Bling, Sotavento, Opium Mar y las carpas Costa Este de Calella de Palafrugell. Precisamente, las carpas fueron el origen del grupo. Ramón Bordas las puso en marcha mientras trabajaba en un banco americano.

Según el empresario, los 14 locales del grupo reciben cerca de dos millones de clientes al año. El empresario explica que desde el inicio de la recesión se han ajustado los costes salariales para no repercutir el alza del IVA. Opium Mar es el local que les proporciona mayores ingresos y conforme los últimos datos proporcionados al registro mercantil, la discoteca factura casi siete millones de euros anuales. Bling Bling, por ejemplo, factura alrededor de dos millones al año.

Según Bordas, cuando el grupo idea un nuevo local, siempre tiene en cuenta la ubicación y el perfil del público que acudirá. Los que están ubicados en la Vila Olímpica, por ejemplo, ofrecen más espacios reservados que los de la zona alta de la ciudad, «ya que el cliente extranjero es un gran consumidor de estos espacios», apunta Bordas, que precisa que este consumidor genera casi el 80% de su facturación. Los que más gastan son los mercados rusos y árabes: «Son los únicos que acceden a botellas de 25. 000 euros».

«El sector del ocio nocturno no sigue tanto los parámetros de la economía y está más condicionado por las modas», dice el empresario, aunque también reconoce que la compañía no es inmune a la recesión : «Ahora el cliente local no sale tanto y cuando lo hace, gasta menos». Por eso el grupo ha bajado sus precios, «sobre todo en la restauración».