Las cuentas públicas y sus efectos

Bankia sufrió unas pérdidas sin precedentes de 19.056 millones

PABLO ALLENDESALAZAR
MADRID

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Bankia es un caso único en la historia empresarial española. Como ya anunció en noviembre, la entidad ha cerrado el año con unas pérdidas sin precedentes de 19.056 millones de euros, que aún son mayores en su matriz BFA: 21.238 millones tras realizar un saneamiento sin parangón del balance del grupo de 26.800 millones gracias a los también excepcionales 22.424 millones recibidos de ayudas europeas.

A punto de culminar esta limpieza que ha evitado su quiebra, el banco proclamó ayer que se siente un «caso excepcional», pero esta vez en un aspecto positivo. «Somos en estos momentos la única entidad que puede devolver las ayudas a los contribuyentes», defendió su presidente, José Ignacio Goirigolzarri. El Estado, afirmó, podrá ir vendiendo en bolsa partes de su participación en el accionariado del banco a partir de finales del 2014 y a lo largo del 2015, aunque tenga de plazo hasta el cierre del 2017 para hacerlo.

AGUJERO AL CONTRIBUYENTE / De recuperarse tan solo las ayudas de Bankia, lo que todavía está en el aire, el rescate a la banca habrá salido muy caro. España ha inyectado 61.162 millones en la banca, de los que 38.833 millones son del préstamo europeo que el Estado debe devolver. El grupo de Bankia ha recibido 22.424 millones, con lo que se perderían 38.738 millones, una cantidad que permitiría pagar las prestaciones del desempleo del año pasado.

Goirigolzarri dejó entrever que la salida paulatina y en bolsa que prevé el Estado en Bankia es más positiva para los contribuyentes que la subasta de entidades que planea el Gobierno en firmas como Catalunya Banc o Nova Galicia Banco. «En otros modelos, en que se vende el banco con ayudas, las ayudas no se recuperan», apuntó. Pero no quiso valorar la posibilidad de fusionar estos bancos con el que preside, como baraja el Gobierno si no logra un buen precio por ellos. «Yo bastante tengo con lo mío», bromeó.

El ejecutivo defendió que Bankia es hoy «tremendamente sólida y solvente» y solo le resta el reto de ser rentable. Objetivo que prometió cumplir con creces: «El objetivo no es solo devolver la ayuda, sino dar una gran rentabilidad». Con todo, rechazó disculparse con los pequeños accionistas actuales del banco, que van a perder hasta más del 99% de su inversión: «El mensaje que tenemos que enviar es de futuro. Tenemos el compromiso de generar valor», se limitó a apuntar.

Para lograrlo, el banco va a cerrar 368 oficinas en Madrid y la Comunidad Valenciana hasta finales de mayo y otras 770 en el resto de España hasta final de año. Además, va a recortar 4.500 empleos, para lo que ya cuenta con 2.799 bajas voluntarias. La entidad perdió 15.044 millones de euros en depósitos el año pasado, pero considera que su negocio ya está «estabilizado». El grupo espera asumir la pérdida de capital que le supondrá el arbitraje de las preferentes sin pedir más ayudas.