Las turbulencias financieras

El ocaso de los chollos

Protestas 8 Un grupo de ahorradores de productos de riesgo protestan ante la delegación de Banco de España en Valencia, ayer.

Protestas 8 Un grupo de ahorradores de productos de riesgo protestan ante la delegación de Banco de España en Valencia, ayer.

PABLO ALLENDESALAZAR
MADRID

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Los topes que acaba de imponer de facto el Banco de España a las remuneraciones de los depósitos no solo afectarán a estos productos. El anterior Gobierno del PSOE intentó acabar con laguerra del pasivopenalizando los intereses excesivos, pero la banca soslayó esta medida emitiendo pagarés, un producto de más riesgo ya que no está protegido por el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD). Sin embargo, atajos de este tipo no se van a volver a producir.

La directriz del supervisor de no ofrecer rentabilidades desorbitadas para las actuales condiciones del mercado«no solo afecta a los depósitos, sino también a los pagarés, bonos y cuentas corrientes», explican en una entidad.«El Banco de España ha dicho que ya basta, que quiere cortar la situación de raíz y no va a tolerar subterfugios», explican en otro banco.

«Si no cubren todos lo flancos, los bancos encontraríamos la manera de sortear la medida. Igual al principio no, pero en cuanto una entidad ofreciese más con otro producto y amenazase con robarnos clientes los demás tendríamos que ir detrás», admiten en una tercera entidad financiera.

Los ahorradores, así, se pueden ir olvidando de los intereses de entre el 3% y el 4% de los que se han beneficiado de forma intermitente desde que estalló la crisis. La institución gobernada por Luis María Linde les ha impuesto que paguen en torno al 1,75% anual por los plazos de hasta 12 meses, el 2,25% para entre uno y dos años, el 2,75% para periodos mayores y del 1,25% para las cuentas corrientes remuneradas.

Alternativas

Los bancos podrán hacer campañas ocasionales y puntuales con un interés mayor para captar una cantidad limitada de recursos. También podrán ofrecer rentabilidades mayores a clientes que tengan contratados muchos otros productos o que les lleven una cantidad notable de dinero. Pero si el 15% de los depósitos de la entidad tienen un interés mayor a estos límites se les penalizará con una exigencia extra de capital de entre 75 y 125 puntos básicos sobre el requisito legal del 9%.

¿Qué puede hacer entonces un ahorrador? Pues depende del riesgo que quiera asumir. Si su perfil inversor es conservador, lo más lógico es que se conforme con cobrar menos por sus ahorros e invierta en productos totalmente garantizados, como son los depósitos tradicionales. Otra alternativa es invertir en deuda pública, ahora que el riesgo de impago del Estado parece diluirse un tanto pero el interés de sus bonos sigue siendo elevado.

La banca, por supuesto, tiene sus propios planes. Varias entidades han confirmado que tratarán de desviar parte de los recursos de los depósitos hacia sus fondos de inversión.«Hasta ahora había mucha aversión al riesgo y, con tipos del 4% en los depósitos, ningún incentivo a asumirlo. Ahora te van a dar un 2% e igual te interesa jugártela un poco más», explican en un banco.

Los fondos, además, no son todos iguales.«El riesgo es mayor que en un depósito, pero hay gran cantidad de fondos distintos según el perfil de cada ahorrador», destacan en esa entidad.«Todos vamos a ir mucho más a los fondos. Quien quiera mantener su rentabilidad del 4% no va a tener más remedio que seguirnos», remachan en otra institución. Con la inflación en torno al 3%, habrá que decidir, pues, entre seguridad o asumir riesgo para no perder poder adquisitivo.

La única derivada de la medida del Banco de España que puede ser beneficiosa para el ciudadano de a pie es la posible rebaja del crédito. Al tener que remunerar los depósitos a niveles muy superiores al precio oficial del dinero (0,75%) y a lo que reciben por el crédito (el euríbor ronda el 0,5%), la banca ha exigido intereses muy altos por los préstamos nuevos.

Así, los depósitos contratados en diciembre ofrecían una rentabilidad media del 2,9%, mientras que las hipotecas nuevas concedidas ese mes tenían un interés del 2,97% y el crédito a empresas estaba al 5,58% para plazos inferiores a un año y al 2,73% para los superiores. El Banco de España confía en que todos estos niveles se relajen.

Los que sí que van a salir beneficiados con toda seguridad son los accionistas de los bancos. Vamos a ver cómo los resultados de las entidades crecen, debido al menor pago por los depósitos y a las menores provisiones.