La crisis del euro

La tasa financiera se estrena con España y otros 10 países

Luis de Guindos ayer con su homólogo francés Pierre Moscovici.

Luis de Guindos ayer con su homólogo francés Pierre Moscovici.

ELISEO OLIVERAS
LUXEMBURGO ENVIADO ESPECIAL

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Once países de la eurozona se comprometieron ayer a crear con rapidez una tasa sobre las transacciones financieras para que el sector contribuya al esfuerzo colectivo de salida de la crisis y a reparar los daños económicos y sociales causados por tantos años de especulación desmedida y descontrolada. España, tras mantener la incertidumbre durante un tiempo, anunció ayer que se sumaba al proyecto durante el Consejo de Ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea (UE).

Ante la oposición de Gran Bretaña, Irlanda, Suecia, Holanda, Polonia, la República Checa y Chipre, entre otros, al proyecto promovido por Alemania y Francia de crear una tasa financiera en el conjunto de la Unión Europea (UE), un grupo de países de la eurozona ha optado por actuar como vanguardia e instaurar esa tasa en su territorio, con el respaldo de la Comisión Europea.

Alemania, Francia, Bélgica, Austria, Eslovenia, Portugal y Grecia ya habían comunicado por escrito a la Comisión Europea la semana pasada su determinación a seguir adelante con el proyecto de la tasa financiera. Pero los siete no alcanzaban el número mínimo de nueve estados exigido por el Tratado de la UE para adoptar una legislación por parte de un grupo de países de vanguardia cuando el resto no quiere participar. España, Italia, Eslovaquia y Estonia anunciaron durante la reunión ministerial que se sumaban al proyecto con lo que se alcanzó la masa crítica mínima para materializarlo.

NEGOCIACIÓN ESPAÑOLA / El ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó que había retrasado su respaldo a la tasa financiera para obtener ventajas políticas para España que no quiso precisar. «Si les damos todo al principio, luego no nos queda nada para poder negociar», explicó De Guindos tras la reunión ministerial. Ante el apoyo que necesita España de Francia en sus diferentes frentes europeos, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no podía llegar hoy a la cumbre hispanofrancesa en París sin haber dado previamente su apoyo a un proyecto emblemático para el Gobierno francés.

La tasa financiera es denominada popularmente como «tasa Tobin» en honor al premio Nobel de Economía James Tobin, que propuso en 1972 una tasa para gravar las transacciones sobre divisas para reducir la especulación y la volatilidad de los mercados de divisas y sus efectos dañinos sobre la economía. La tasa se ha convertido en un símbolo político de la reivindicación popular de que los bancos, los fondos especulativos y los agentes financieros paguen por la crisis. Por ello, la cancillera alemana, Angela Merkel, y el entonces presidente francés, Nicolas Sarkozy, decidieron en el 2011 impulsar el proyecto para mostrar que los ajustes y los sacrificios no se aplicaban sólo a los trabajadores.

DOS GRAVÁMENES MÍNIMOS / El proyecto establece la creación de un gravamen mínimo del 0,1% sobre todas las transacciones de compra y venta de acciones y bonos y de otro gravamen mínimo del 0,01% sobre las transacciones con productos financieros derivados. La recaudación prevista para la tasa era del 57.000 millones anuales si se aplicaba en el conjunto de la UE. Al limitarse solo a 11 países, será inferior, aunque la Comisión Europea resaltó que entre esos países figuran los cuatro grandes de la eurozona. Guindos reclamó que la futura tasa sea «razonable» para evitar eventuales «efectos negativos» en los flujos de capital.

Para evitar que los bancos intenten eludir la tasa deslocalizando sus actividades fuera del territorio de los 11 países, ese gravamen deberá ser aplicado por cualquier entidad financiera que tenga algún vínculo con esos países. Si un banco quisiera deslocalizar actividades para eludir la tasa debería renunciar también a realizar cualquier operación en el territorio de los 11 países y a no poder tener ningún cliente en ellos, destacó el equipo del comisario de Fiscalidad, Algirdas Semeta.

El Consejo de Ministros de la UE y el Parlamento Europeo tendrán que autorizar formalmente a esos 11 países a iniciar el denominado proceso de cooperación reforzada para crear la tasa. Gran Bretaña y Polonia ya han anunciado que no se opondrán, por lo que se prevé obtener en noviembre esa autorización. Posteriormente, la Comisión Europea presentará un nuevo proyecto legislativo limitado a los 11 países, pero abierto a la adhesión futura de otros, que será discutido por los 11 países concernidos y que requerirá su aprobación unánime. La Comisión Europea confía en que la nueva tasa pueda estar en vigor en enero del 2014.