Geometría ciudadana

¿Es Bankia el detonante final?

¿Es Bankia el detonante final?_MEDIA_1

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JOAN TAPIA

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En Sitges, capital de España por 48 horas, el jueves por la tarde, cuando hablaron el presidente de la Generalitat,Artur Mas, y el ministro de Economía,Luis de Guindos, flotaba el fantasma de una inminente intervención de nuestra economía. Y el viernes, mientras lo hacíanCarmen Reinhard(dijo que nos esperan siete años de estancamiento),Wolfang Munchauy el líder socialistaAlfredo Pérez Rubalcaba, la pregunta era siempre la misma: ¿dónde está la prima de riesgo?

Domina el miedo. Más fuerte pero también mas resignado que el del 2010 cuando el encuentro de Sitges se celebró tras el gran ajuste deJosé Luis Rodríguez Zapatero. Ahora no hay sorpresa y Bankia puede haber sido el detonante final. Algo similar en economía, aunque con avisos previos, al accidente de Fukushima en Japón.

Mas, que sedujo e hizo un convincente discurso, dictaminó que, pese a serios problemas de fondo, el gran obstáculo de España es la falta de credibilidad. YRubalcaba abrió el fuego (moderado) diciendo: cómo vamos a pedir confianza fuera si dentro no la tenemos en nosotros mismos?. Y abogó -recogiendo la sugerencia del presidente del Cercle d'Economia, Josep Piqué- por algunos grandes acuerdos nacionales que indiquen a los mercados que somos un país serio.

El jueves a las 8 de la noche, entre la sesión parlamentaria en la que se aprobó la reforma financiera y el Consejo de Ministros del viernes,Luis de Guindosintentó explicar y edulcorar el vendaval que azota a la deuda española. Todos agradecieron su presencia en un momento que calificó de el más duro desde la formación del Gobierno, casi todos coincidían en que hizo un buen (pero frío) análisis macro, la mayoría echó en falta la fuerza que se espera en estas circunstancias de un alto responsable (lo contrario aMas), y muchos quedaron frustrados por su parca explicación del caso Bankia.

Guindos dijo (titular de ayer de muchos diarios) que el futuro del euro se jugaba las próximas semanas en Italia y en España. La traducción fue que España arriesgaba su permanencia en el euro en los próximos días (antes o después de las elecciones griegas del 17 de junio). Y que su gran esperanza y su confianza en Alemania (se había reunido con el ministroWolfang Schauble24 horas antes) era que la salida de España arrastraría a Italia y provocaría un gran incendio que saltaría a Roma y París y acabaría en Berlín. Un cataclismo tan grande que forzaba a todos a evitarlo.

El argumento deGuindos(nunca explicitado) es serio. Europa debe encontrar una solución. ¿Cuál? Ahí surge lo de la poca credibilidad a la que se referíaMas. Hace pocos días el nuevo presidente de Francia dijo en Chicago que la banca española debía pedir ayuda directa al ESM (Mecanismo Europeo de Estabilidad de 500.000 millones de euros que está previsto que nazca el 1 de julio).Mariano Rajoyreplicó hoscamente queFrançois Hollandedebía saber lo que pasaba en la banca francesa pero que desconocía la española (la mejor del mundo segúnZapatero). AhoraSoraya Saez de Santamaría ha ido a Washington para pedir a EEUU y al Fondo Monetario Internacional que hagan presión sobreAngela Merkel (ídolo del PP) para que funcione la fórmulaHollande. No es muy serio.

¿Qué ha pasado? Que en 15 días Bankia ha debilitado a España. ¿Se podía y debía abrir el melón de una entidad sistémica, relevando extrañamente aRodrigo RatoporJosé Ignacio Goirigolzarri y dejando que éste (nombrado según Guindos por Rato) pidiera la nacionalización y dictara unas necesidades totales de 23.000 millones, sin haber encontrado y pactado antes el desenlace? La respuesta que se ha dado es que el Estado pondrá el dinero. Pero parece que el Estado no está en disposición -sin disparar aún mas la prima de riesgo- de emitir deuda por dicha cantidad, mas la que surgirá con toda seguridad del dictamen pedido (y criticado) de los evaluadores internacionales sobre la banca española.

Que el dinero lo ponga el ESM es de repente lo menos malo. Preferible a que el Reino de España tenga que pedir ayuda y quede condicionado -como Grecia, Irlanda y Portugal- a una supervisión estricta de «la troika» (UE-FMI-BCE).José Manuel BarrosoyOlli Rehnestán a favor de que el ESM pueda socorrer a la banca de algún país (España es el candidato obvio), pero avisan de que el reglamento del fondo hace que -hoy por hoy- esto sea imposible o muy difícil. Y algo similar dijo el juevesMario Draghien el parlamento europeo tras criticar la forma con la que España ha nacionalizado Bankia. SegúnGuindoslo hizo el Banco de España pero todo el mundo sabe que ésta ha sido la primera crisis bancaria no pilotada por el banco emisor.

¿Será Bankia el detonante final de una larga evasión que, para evitar el desastre, emprendió un asustando Zapatero en mayo del 2010 con el visto bueno (reticente) de CiU pero con la condena del PP que lo calificó de «el mayor recorte de derechos sociales de la democracia»?

Hay razones para sospecharlo. Al acabar esta crónica todo el mundo en el Meliá de Sitges espera aRajoy. Con mas expectación que confianza.

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