Análisis

Máxima tensión

JOSÉ CARLOS DÍEZ

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La prima de riesgo es el mejor indicador de tensión social, y ayer alcanzó un nuevo máximo histórico desde que entramos en el euro. El epicentro del huracán está en Grecia. Parece que su pertenencia al club de la moneda única tiene los días contados. No obstante, el euro apenas sufre, ni tampoco la deuda francesa, holandesa etcétera; toda la tensión se concentra en los países periféricos. Ayer, Italia emitía bonos a 10 años y a pesar de ello, los bonos españoles aumentaron de rentabilidad más que los trasalpinos. Los mercados son registros en los que los inversores muestran sus preferencias diariamente, y la señal es evidente: tras Portugal e Irlanda, España es la siguiente ficha en el dominó.

Llevo mucho tiempo hablando en estas páginas de los errores de la política económica europea, algo que ahora parece que comienza a reconocerse. Los errores son ideológicos y han sido aplicados por partidos conservadores que han hecho de la austeridad un dogma de fe y que incluso con la evidencia de su fracaso siguen sin reaccionar. Socialistas españoles, franceses, británicos y alemanes llevan meses planteando una política económica alternativa y la democracia está resolviendo el puzzle.

¿Qué más se puede hacer? Cuando la sociedad piensa que estamos al borde del abismo, estamos al 50% de posibilidades de caer. El pasado mes de agosto el BCE con apenas 10.000 millones de euros, el 0,5% de su balance, consiguió bajar en una tarde 100 puntos básicos la prima de riesgo de España e Italia. Ahora, la liquidez en los mercados de deuda es mucho menor por lo que podría conseguirlo con la mitad de dinero. La clave es la constancia,como hace la Reserva Federal en Estados Unidos.

España debería aprovechar elefecto Hollande y la debilidad deAngela Merkelen Berlín y en Bruselas para plantear directamente el problema. Nuestra economía está entrando en depresión y no podemos tomar medidas adicionales de recorte de gasto, incluso deberíamos anular algunos, especialmente en educación y en sanidad.

El otro asunto clave es el sistema bancario. En dos meses hemos aflorado 80.000 millones de pérdidas en nuestros bancos, los planes de recapitalización homeopática de febrero se han diluido y seguimos sin detallar cómo se inyectará dinero público en las entidades con más problemas. La tensión extrema en los mercados se traducirá en pocos meses en restricción extrema de crédito a nuestras familias y empresas, multiplicando el cierre de empresas y la destrucción de empleo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) acaba de publicar su auditoria anual a nuestro sistema bancario. Dos tercios del sistema no han recibido ayudas públicas y es solvente, lo cual dista mucho de la visión esquizofrénica de los mercados. Por eso urge recapitalizar las entidades con problemas con el fin de poner en valor al resto del sistema. No hay dinero privado, por lo que tendrá que ser con dinero público y la mejor opción es que sea el Fondo de Garantía de Depósitos que recuperará el dinero con las aportaciones futuras de las entidades. Hay margen para actuar y en vez de preocuparse lo que hay que hacer es ocuparse.