Nosotros y los mercados

En 1921, el escritor ruso Yevgeni Zamiatin escribió la novela Nosotros. Sin embargo, el libro no fue publicado en su idioma original hasta 1988, en pleno derrumbe de la URSS. No es de extrañar que no gustase a los gerifaltes soviéticos, porque se trataba de una distopía en la que el Estado tiene un control total de la vida pública y privada de los ciudadanos, hasta el punto de que las casas son de cristal para poder controlar lo que sucede dentro.

El aspecto más interesante de la obra es que ese Estado omnipresente exige a los particulares que anulen toda personalidad e individualidad. Acabar con el yo y sustituirlo por el nosotros (de ahí el título y que no gustase a los soviéticos). Algo así como lo que se ensaya en la Unión Europea bajo la batuta de Alemania y con el Reino Unido en su papel de estrella caprichosa y mimada.

El problema es que los espectadores (léase, inversores) no ven creíble esta trama ni les gusta hacia donde avanza el argumento. Si la cosa sigue así, al final no van a comprar el libro, lo cual nos deja en una situación muy complicada. De momento, no están mostrando interés por los adelantos: mala señal.

Así, el Ibex 35 se desplomó ayer un 3,11%, hasta 8.381 puntos. La prima de riesgo llegó a escalar por encima de los 400 puntos básicos, si bien las compras de deuda del Banco Central Europeo lograron que cerrase en torno a los 375 puntos básicos. Nosotros necesitamos unos guionistas que sepan saciar los gustos del público sin descuidar la calidad (eurobonos, papel más activo del BCE). Pero no parece que estén al caer.