CRISIS FINANCIERA DE LA ZONA EURO

La eurozona intenta que el fondo de rescate reforzado sea operativo cuanto antes

Los ministros de Finanzas deben aprobar este lunes los detalles técnicos

ELISEO OLIVERAS / Bruselas

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Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro intentarán este lunes resolver losdetalles técnicos aún pendientes delreforzamientode la capacidad de intervención delFondo Europeo de Estabilidad Financiera para que pueda actuar cuanto antes comocortafuegosy evitar que elagravamiento de la crisis griega pueda arrastrar a ladeuda pública italiana, española o belga a una espiral de tipos de interés al alza.

El objetivo es que el fondo de rescate europeo tenga una capacidad de intervención de al menosun billón de euros, frente a sus 440.000 millones actuales, como acordaron los líderes de la eurozona en la madrugada del 27 de octubre. Ese objetivo se debe lograr por dos vías: mediante el aval parcial de las emisiones nuevas de deuda pública de países acosados por los especuladores, como España e Italia, y mediante la creación de unaentidad financiera anexa abierta a la participación de inversores públicos y privados de la Unión Europea (UE) y de fuera de la UE.

La hostilidad de la población deAlemania, Holanda, Austria, Finlandia yEslovaquiaa contribuir al rescate de los países poco rigurosos con sus cuentas públicas hace inviable un incremento de la potencia de fuego del fondo de rescate con aportaciones nacionales adicionales.

Sin ayuda externa

Sin embargo, en contra de lo que esperaban, la cancillera alemana,Angela Merkel, y el presidente francés,Nicolas Sarkozy, no lograron en la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) en Cannesninguna promesa concretade China y las otras potencias emergentes de contribuir al fondo de rescate europeo. La presidenta de Brasil, Dilma Roussef, resumió perfectamente el dilema de la eurozona: "Si ellos mismos no aportan dinero, por qué íbamos a ponerlo nosotros".

Por ello, laprioridad inmediata de los ministros del Eurogrupo será acordar losdetalles del mecanismo para avalar parcialmente las nuevas emisiones de deuda de los países acosados. Las negociaciones están centradas engarantizar a los inversores el 20% de las pérdidas que podrían sufrir por la depreciación del valor nominal de la nueva deuda pública. Esto debería tener comoefecto inmediato la reducción del tipo de interés que los mercados exigen a España e Italia por su deuda y debería detener el contagio de la crisis griega a otros países.

La prohibición expresa que tiene elBanco Central Europeo (BCE) de comprar deuda pública de los estados de la zona euro está privando a la divisa europea del instrumento más eficaz para combatir la especulación, a diferencia de lo que hacen los bancos centrales de EEUU, Gran Bretaña o Japón, por ejemplo. Estas instituciones compran masivamente la deuda pública nacional cada vez que se produce un intento de empujar al alza los tipos de interés de la misma. Alemania además quiere poner fin cuanto antes a las compras limitadas y excepcionales de deuda pública en el mercado secundario que ha realizado el BCE y que han constituido la actuación más eficaz para frenar la crisis.