Iberia quiere volar barato

Un avión se llena con precios bajos; de lo contrario, se llena menos. Con esta filosofía y unas pérdidas considerables en trayectos cortos y medios, la excompañía de bandera española anunció el alumbramiento ayer a Iberia Express, aunque el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, eludió pronunciar el términolow cost, y pidió tiempo para determinar si la filial entrará en una batalla de precios que permita aumentar el número de clientes. Pero no hay duda de que la pugna está servida a tenor de las palabras del directivo:«Queremos ser más competitivos para ganar más dinero».

El proyecto estaba en la cabeza del presidente de la aerolínea Antonio Vázquez desde hace tiempo. Ayer por la tarde, la compañía informó de que el consejo de administración de IAG -consorcio formado por Iberia y British Airlines- había aprobado la creación de la nueva filial. Poco después los pilotos del Sepla anunciaron medidas de presión ante una operación que tacharon de«ilegal».

Tendrá su base en Madrid, operará en parte de la red de corto y medio radio de Iberia (trayectos en los que esta pierde dinero), tanto en España como en el resto de Europa, iniciará sus operaciones en el verano del 2012 con cuatro aviones Airbus A320 -a finales del año que viene espera contar con 13 aeronaves- y dispondrá de clasebusinessy turista, con tarifas «competitivas».

Pese a la alianza con la compañía británica, Iberia es la única propietaria al cien por cien de su nueva filial Iberia Express. Para su creación han sido determinantes las pérdidas que registra la matriz en los vuelos de corto y medio recorrido, por lo que los costes operativos serán más bajos. No obstante, se asegura que la nueva aerolínea contratará a su personal a precios de mercado. En principio, el mantenimiento será realizado por Iberia.

La salida a los cielos de Iberia Express no afectará a los compromisos que la matriz tiene con Vueling y Air Nostrum, aunque asumirá algunos servicios.

Dos de los cinco más importantes despachos de abogados de España han asesorado a la compañía para evitar sospechas de malas prácticas laborales, como la acusación lanzada por el Sepla o la de vulnerar los convenios con otras empresas y colectivos de trabajadores.«Estamos muy tranquilos de lo que vamos a hacer», afirmó Sánchez Lozano, que descartó un plan de prejubilaciones, aunque aceptó que habrá bajas voluntarias. Iberia, no obstante, no entendería una acción de fuerza de los pilotos porque«sus condiciones de trabajo no estan afectadas».