CONFERENCIA EN BARCELONA

Rubalcaba propone ahora blindar las leyes aprobadas por referendo

NEUS TOMÀS
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

si hay un mérito que incluso los adversarios de Alfredo Pérez Rubalcaba le reconocen es que es uno de los políticos españoles con mayor astucia. Esa misma sagacidad es la que le permitió desbloquear en más de una ocasión las negociaciones para la aprobación del Estatut en el Congreso de los Diputados y ahora le lleva también a reconocer que la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) que rectificó un texto ya refrendado por los catalanes fue un error. Durante su intervención en el Foro Primera Plan@, que organiza EL PERIÓDICO DE CATALUNYA, el candidato socialista abogó por una reforma legislativa que impida que la justicia pueda reescribir la voluntad popular. «Lo que no puede ser es que un tribunal corrija a la soberanía de un pueblo», proclamó.

El exvicepresidente no concretó bajo qué fórmula se articularía esta modificación legislativa, aunque fuentes socialistas barajan dos opciones: o recuperar el recurso previo de inconstitucionalidad -solo cuando se trate de dictaminar sobre estatutos- o determinar por ley que el último paso de la tramitación de una Carta autonómica, contra el que no cabrá anteponer ningún recurso, será el del referendo. A raíz de la polémica por el fallo del TC sobre el Estatut, el Congreso de los Diputados llegó a debatir, en junio del 2011, la primera opción, pero socialistas y populares la desestimaron por entender que era un mecanismo que podía acabar bloqueando leyes por meros intereses políticos. Tanto CiU como Esquerra e Iniciativa se felicitaron por el anuncio de Rubalcaba, eso sí, con cierta sorna, al considerar todos que llega tarde.

Rubalcaba es consciente de que el enojo que en Catalunya provocó hace ya 15 meses la decisión de los magistrados del TC (y que se plasmó en la famosa manifestación del 10 de julio) se ha traducido en unas perspectivas como mínimo poco halagüeñas cara al 20-N en un territorio que cada vez empuña con menos fuerza la rosa socialista. Otra cosa es que, como subrayó con vehemencia el candidato del PSOE, el origen de la sentencia hay que buscarlo entre otros, en el recurso que el PP presentó contra el Estatut.

MEMORIA E HIPOCRESIA / De ahí que Rubalcaba se haga cruces cuando escucha a su máximo adversario, Mariano Rajoy, decir que está dispuesto a estudiar la propuesta de pacto fiscal que CiU pretende plantear al próximo inquilino del Palacio de La Moncloa. «Me preocupa que Rajoy haga guiños a cosas que sabe que no va a hacer nunca», remarcó. Y por si, como puede interpretarse a tenor de las encuestas, hay catalanes que ya se han olvidado, o bien han perdonado al PP, recordó que los populares eran los que «recogían firmas por las plazas de España» en contra del Estatut: «Su doble discurso es intolerable y ahora Rajoy no puede venir aquí y decir que no ha roto un plato».

El Rubalcabaprofessore, que glosó las causas propias (burbuja inmobiliaria) y ajenas (Grecia) de la crisis y advirtió de que España no saldrá de esta si antes Europa no apaga el incendio helénico, esbozó algunas de las medidas económicas que incluirá en su programa electoral y, de paso, intentó zanjar la controversia creada por los propios socialistas a raíz de la recuperación del impuesto de patrimonio.

SALGADO Y LAS AUTONOMÍAS / Como quien no quiere la cosa, corrigió a la ministra de Economía, Elena Salgado, y concluyó que, sea con una fórmula jurídica u otra, los gobiernos autonómicos no cobrarán dos veces por este concepto. «La forma la decidirán los técnicos», concluyó, a fin de centrar el debate en el contenido, y no en la forma. O sea, en pelearse con el PP, y no con los de casa.

Así, Rubalcaba aprovechó para responder a Rajoy, quien a la misma hora, en la cadena SER, le acusó de mentir por haber prometido que los socialistas destinarán la recaudación procedente de la recuperación de este tributo a crear empleo. «¿Pero por qué no quiere Rajoy? Me parece un poco fuerte decir que las comunidades no se gastarán este dinero en empleo» Y de paso, incluyó un mensaje de apoyo a los maestros indignados, sobre todo a los que protestan contra la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre: «1.000 millones sirven para contratar a 25.000 profesores, en vez de echarlos, como pretende el PP en sus autonomías».

Además, el aspirante socialista, esgrimió de nuevo la necesidad de invertir en educación como una fórmula para garantizar una salida en condiciones de la crisis, y en productividad, lo que incluye un compromiso explícito a favor del corredor ferroviario mediterráneo, «desde Algeciras». Otra cosa es que, en las distintas administraciones, haya margen para una mayor austeridad, y por ello, anunció que, en caso de ganar, propondrá un plan de ahorro a nivel estatal, pero que acabará afectando también a las diputaciones para evitar duplicidades en la prestación de servicios.

UNA DECLARACIÓN DE GUERRA / En el goteo de guiños a indignados y desencantados del flanco izquierdo, el candidato proclamó su intención de «declarar la guerra al fraude fiscal», con la creación de un nuevo organismo destinado a perseguirlo. Se trataría de unificar las bases de datos de Hacienda, la Seguridad Social y los distintos cuerpos policiales para acabar con este tipo de ilegalidad.

En efecto, las cifras demuestran que no se trata de simple picaresca. En el 2010, la inspección fiscal «levantó» (expresión utilizada por el propio candidato) 10.000 millones procedentes del fraude y, según los cálculos que expuso Rubalcaba, este año ya ronda los 6.000 millones.