Análisis

El BCE vuelve a defraudar

Operadores en Nueva York.

Operadores en Nueva York.

José Carlos Díez

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En la película deRegreso al futuro,el destino del protagonista cambia cuando, accidentalmente, entra en contacto con su madre. En esta crisis, lamentablemente, ya nos hemos acostumbrado a que el BCE se equivoque en los momentos decisivos. Pero a diferencia de la película, nunca sabremos qué habría pasado si hubiera tomado las decisiones correctas a su debido momento.

Todas las miradas se centraban ayer en la reunión del BCE y lo único que esperaban es queTrichetdijera las palabras mágicas: «Vamos a comprar bonos italianos y españoles». Comenzó desconcertando al personal manteniendo los riesgos de inflación al alza, señal habitual que anticipa subida de tipos. Luego, sin argumentar, anunció que prorroga el acceso ilimitado a la liquidez hasta enero del 2012 y que convoca una subasta a seis meses en un intento de tranquilizar a los mercados. Hasta un alumno de primero de económicas sabe que la inflación es un fenómeno monetario y que si hay riesgos de inflación, inundar el sistema de liquidez es como verter queroseno en medio de un incendio.

Los miembros del consejo del BCE se han convertido en una especie dedrag queens. Por el día aparentan ser ortodoxos y preocuparse de la inflación, pero en las subastas se convierten en los banqueros centrales más heterodoxos de Europa de las últimas siete décadas. Para colmo,Trichetse puso a jugar a las adivinanzas dando a entender que ya habían dado orden de comprar bonos. Pero luego nos enteramos de que eran portugueses e irlandeses. Ambos países tienen acceso a una línea de crédito del fondo europeo y no necesitan emitir a corto plazo. El incendio está en Italia y en España, y nuestros banqueros centrales se dirigen a Portugal e Italia para volver a inundarlos y evitar que se reavive el fuego donde ya no quedan árboles.

La reunión de ayer del BCE recuerda mucho a otra de abril del 2010. Aquel juevesTrichetdijo que la compra de bonos griegos no había estado en la agenda del día. Los mercados globales se colapsaron y la bolsa de EEUU cayó un 10% en la apertura. El viernes hubo una cumbre europea de urgencia.Merkeltuvo que renunciar a sus principios inquebrantables y aceptó el plan de ayuda a Grecia. El resto de países tuvimos que acelerar nuestra consolidación fiscal, y el domingo siguiente, con nocturnidad y alevosía,Trichetemitió un comunicado de urgencia anunciando que el BCE compraría «todos los bonos griegos que fueran necesarios para estabilizar los mercados».

La hipertensión de los mercados europeos de deuda pública no puede durar mucho tiempo. Por eso da igual lo que diga el BCE; en breve sacará un comunicado anunciando que comprará bonos italianos y españoles. Luego, solo falta que cumpla su palabra y compre los bonos que sean necesarios hasta que nuestro diferencial se sitúe por debajo de 250 puntos básicos. Después, habrá que acelerar la aprobación por los parlamentos nacionales del plan acordado en la cumbre extraordinaria de julio. Si siguen esta hoja de ruta las medidas tendrán éxito, aunque habrá que ser pacientes.