POLÉMICA ENTRE EL AYUNTAMIENTO Y LOS COMERCIANTES

La guerra de La Roca

Compras 8 Clientes en un establecimiento de La Roca Village.

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FEDE CEDÓ
LA ROCA DEL VALLÈS

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El alcalde de La Roca del Vallès, Rafael Ros (CiU) no quiere quedarse con la miel en los labios, ahora que atisba la posibilidad de que su pueblo sea declarado municipio turístico, «con los beneficios económicos que ello supone». La nota amarga la ponen las entidades de comercio tradicional, como la que preside Jordi Rotllan, de la Fundació Comerç Català, al sentenciar que la propuesta vulnera la ley. La contienda está servida.

«Con el sector primario en recesión y los polígonos industriales agotados», según el alcalde, para el Vallès Oriental que La Roca Village pudiera abrir todos los festivos supondría «sumar 100 millones de euros en economía generada» y un incremento de contratos laborales que contribuirían a superar la recesión, ya que el centro comercial podría crecer un 20% y propiciaría la instalación de hoteles.

La Roca Village, el único outlet europeo de gran formato que no puede abrir en domingo, es el tercer destino turístico de Catalunya con 2,9 millones de visitantes, de los que un 53% son turistas, en su mayoría procedentes de Francia, Rusia y China. La Roca Village plantea ampliar los accesos viarios y sus instalaciones en 6.500 m2 antes del 2012, lo que permitiría llegar a los 24.000 m2. El centro comercial cuenta con 100 firmas representadas que dan trabajo a 800 personas.

Para que La Roca del Vallès se convierta en el reclamo ideal, aparte del shopping, el municipio ha ideado un plan de dinamización que implica «el resurgir del sector servicios en la comarca» aprovechando la proximidad de la costa del Maresme y el Circuit de Catalunya, los atractivos del Montseny y el modernismo, el turismo termal y los itinerarios arqueológicos, que el alcalde resume como «un gran potencial turístico que merece ser tenido en cuenta». Opinión antagónica es la de Rotllan. «La Roca no tiene ningún interés turístico y estoy seguro de que su petición no prosperará», asegura el presidente de la Fundació Comerç Ciutadà, que agrupa a unos 4.500 comercios de 12 ciudades, para justificar su oposición a la declaración de zona turística que permitiría a La Roca Village abrir todo el año «en detrimento de los comercios tradicionales» más próximos, como los de Granollers y Mataró. Si el proceso avanza, Rotllan anuncia litigios y alerta que La Roca sentaría un precedente negativo para que «otras superficies de gran formato siguieran el mismo camino».

Los sindicatos han empezado a negociar con los gestores de La Roca Village las compensaciones para los trabajadores en caso de tener que abrir los domingos. UGT aceptaría la ampliación y pactaría unos 70 euros para trabajar en festivo (siempre que quedaran limitados a 12 días por año), mejoras en los transportes y la construcción de una guardería. Por su parte, los representantes de CCOO, que representan a unos 300 empleados, se oponen a la ampliación de horarios ya que aducen que aumentaría la precarización de los empleos e iría en contra de la conciliación de la vida laboral y familiar.