Bruselas endurece las normas de ayuda al sector financiero

A partir del próximo 1 de enero, cualquier ayuda pública a un banco, caja de ahorros o entidad financiera necesitará la autorización previa de la Comisión Europea y deberá ir acompañada de una propuesta de reestructuración de la entidad beneficiaria, anunció ayer el comisario de Competencia, Joaquín Almunia.

Dos años después del establecimiento del régimen especial creado para salvar al sector financiero de la quiebra, la Comisión Europea acordó endurecer esas normas para preparar el retorno a la situación normal europea de ayudas públicas, previsiblemente en el 2012.

Las nuevas exigencias se aplicarán tanto en el caso de una inyección de capital, ayuda pública o de salvamento de activos depreciados o tóxicos, explicó Almunia. La Comisión Europea suprimirá la exención que existía en la actualidad que eximía de solicitar esa autorización a las ayudas que no superaban el 2% de los activos de la entidad, ponderado en función de su riesgo.

Las nuevas exigencias son la condición impuesta por la CE para prorrogar durante el 2011 el sistema especial de ayudas al sector financiero. El Ejecutivo comunitario decidió también mantener por otro año las medidas que facilitan la financiación a las pequeñas y medianas empresas mediante garantías y préstamos públicos subvencionados, pero suprimirá a partir de enero las ayudas de apoyo financiero a las grandes empresas.