La complicada situación de las arcas públicas

La Generalitat se vuelca en revisar compraventas de inmuebles usados

Aparcamiento en la plaza Francesc Robert de Sabadell.

Aparcamiento en la plaza Francesc Robert de Sabadell.

AGUSTÍ SALA / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La compra de un párking u otro inmueble de segunda mano entre el 2006 y el 2009 puede ser en la actualidad un motivo de disgusto para muchos contribuyentes. La Agència Tributària de Catalunya (ATC) ha puesto en marcha una campaña de comprobaciones masivas de compraventas de estos activos usados, en especial plazas de aparcamiento, que se saldará con más 30.000 liquidaciones complementarias o paralelas, al ritmo que se mantienen en lo que va de año.

Aunque fuentes de la Administración catalana aseguran que no existe ningún plan especial al respecto, admiten que este año «se consolida» el aumento de comprobaciones que comenzó en el 2008 con el nacimiento de la ATC. También reconocen que las revisiones actuales y las posteriores liquidaciones paralelas corresponden a precios de una situación de mercado muy distinta de la actual y por eso sorprenden tanto a los afectados.

En todo caso, el año pasado este proceso, que se había iniciado en el 2008 con más de 26.000 liquidaciones complementarias del impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD), se saldó con 31.271 paralelas que afloraron 105,2 millones de euros, el 125% por encima del objetivo. El ITP se liquida con un tipo del 7%, que desde julio, se elevó al 8%, como el gravamen del IVA que recae en las transacciones de inmuebles nuevos. La verificación y comprobación de las autoliquidaciones presentadas por este impuesto es una de las prioridades de los planes de gestión tributaria de la ATC para este año.

COEFICIENTES / Las actuaciones del fisco catalán se corresponden a los últimos cuatro ejercicios no prescritos y se fundamentan en la comprobación de los precios sobre los que se calcula el impuesto, uno de los principales gravámenes cedidos por el Estado a las autonomías y de los más afectados por la crisis registrada en el sector de la vivienda. Desde hace años con CiU en el Govern, la Conselleria de Economia publica unos coeficientes que se revisan anualmente y que se utilizan como multiplicador del valor catastral.

Se trata de un valor orientativo para calcular el impuesto de transmisiones pero que, hasta la fecha, la Administración tributaria respetaba, según afirman asesores fiscales consultados. En resumen, se sabía que aplicando esta fórmula se quedaba prácticamente libre de revisiones posteriores y así lo indican las instrucciones de la propia ATC. «Ahora son menos de fiar y se han generalizado las comprobaciones, en especial en transacciones realizadas con párkings», afirman las mismas fuentes.

DE 7.500 A 15.000 EUROS / Noemí Tarrassó es una de las afectadas por las comprobaciones de la ATC en lo que va de año. Compró, junto con su esposo, una plaza de aparcamiento en Terrassa en el 2007 por la que pagó 7.500 euros y hace unos días recibió una liquidación complementaria en la que les reclaman 673,68 euros (336,84 euros a cada uno), que incluye la diferencia con respecto a la cuota que al entender del fisco catalán deberían haber pagado en su día más los intereses de demora.

Después de aplicar el coeficiente correspondiente a Terrassa en el 2007 (3,80), el fisco catalán interpreta que la operación se realizó por 15.000 euros, el doble de lo declarado. «No entiendo nada. No hemos defraudado y ahora nos vienen con esto. Pagamos exactamente 7.500 euros, ni un céntimo más ni un céntimo menos porque es el precio que estipuló el promotor y ahora nos dicen que pagamos 15.000. No lo entiendo», sentencia la afectada.

Esta notificación es la misma que se han encontrado otros muchos contribuyentes que, además pueden estar en la actualidad en una situación económica bastante distinta de la que vivían hace tres o cuatro años, antes de la crisis.

Pero lo cierto es que «son cantidades relativamente pequeñas por las que no compensa reclamar. La mayoría de quienes reciben una de estas liquidaciones acaban pagando para evitarse problemas», afirman asesores fiscales consultados.