reestructuración de una firma industrial emblemática de barcelona

La Seda se juega su viabilidad con una ampliación de capital

ANTONI FUENTES
BARCELONA

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La hora de la verdad para La Seda de Barcelona ha llegado. La histórica compañía química afrontará a partir de hoy la enésima oportunidad para garantizar su supervivencia. El pequeño fabricante local convertido en una multinacional con presencia en 10 países comenzará hoy a recibir peticiones para una decisiva ampliación de capital de 300 millones.

Del éxito de la operación depende la reducción de una deuda acuciante y la entrada como nuevo socio industrial de BA Vidro. Este grupo portugués, uno de los productores de envases de vidrio más importantes, pretende ampliar su negocio con el plástico que fabrica La Seda, en la que tendrá un 18% del capital gracias a una inversión de 65 millones.

El principal interrogante que tiene el presidente de La Seda, José Luis Morlanes, es si conseguirá captar 50 millones que todavía no tiene asegurados. El resto procederá de BA Vidro, Caixa Geral –que tendrá el 15% del capital– y Liquidambar, una sociedad formada por varias entidades financieras que tendrá el 4%.

AYUDA DEL GOVERN / Además, la conversión de 150 millones de deuda financiera de los 943 millones que tenía la compañía a final del 2009 supondrá repartir un 41% del capital entre los bancos acreedores.

Sin embargo, los principales inversores se han curado en salud y han advertido de que solo garantizan su aportación en la reconversión de La Seda si se cumplen los planes diseñados. Una de las condiciones de BA Vidro es que se consiga un compromiso por parte de la Generalitat para financiar directa o indirectamente a La Seda «mediante la concesión de cualquier medio de financiación por un importe adicional de 50 millones». Por ahora, el Govern ha aprobado un crédito de 15 millones a la empresa a través del Institut Català de Finances (ICF).

Morlanes se muestra optimista y espera cubrir sin problemas los 300 millones de la ampliación de capital. Para dar ejemplo, él mismo ejercerá su derecho de compra y adquirirá 100.000 títulos para mantener su participación en el capital del 0,1%, a pesar de que ha anunciado que prevé dejar el cargo de presidente con la entrada del nuevo socio industrial.

La otra pata de la reconversión de La Seda es la venta o el cierre de cuatro factorías de la materia prima del plástico PET en España (San Roque), Portugal e Italia. Una de ellas se está construyendo todavía en Sines (Portugal). Morlanes indicó que varios grupos han mostrado su interés en la compra de estas factorías.

ADVERTENCIAS DE LA CNMV / El inicio de la ampliación de capital se produce en un clima de tensión entre la dirección de La Seda y la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). A la empresa no le han sentado nada bien las advertencias de la CNMV al autorizar la operación y la vuelta a la cotización. La comisión constata que si no se consiguen los 300 millones, los acreedores podrán instar la declaración del concurso.

La CNMV recuerda que algunos consejeros de La Seda se encuentran involucrados en procedimientos administrativos, civiles y penales en fase de tramitación de los cuales «podrían derivarse responsabilidades». El principal proceso es el interpuesto por el actual consejo en contra del anterior presidente, Rafael Español, por operaciones irregulares y ventas sobrevaloradas en Rusia y Túnez.