zona franca

Párkings

GONZALO Bernardos

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Es una adquisición al alcance de casi todos los públicos. Los inversores modestos suelen comprar una plaza, los potentados un garaje entero. Ambos no pretenden conseguir una elevada rentabilidad, ya que generalmente se conforman con obtener alrededor de un 4%. Tampoco normalmente lograr una elevada plusvalía. Si su ubicación es adecuada, son considerados un activo refugio. Sus propietarios principalmente buscan tener alquiladas todas las plazas y disponer de una renta mensual adicional.

No obstante, hubo un tiempo donde con la compraventa de párkings se podía llegar a ganar casi un 50% en menos de un año. Sucedió durante los primeros años 90 en algunos barrios de clase media (Gràcia, Sants, etcétera) de las grandes ciudades. El incremento de la oferta generada por la proliferación de párkings municipales acabó con la inversión especulativa. En algunas zonas, a finales de la indicada década, su precio era la mitad que al inicio.

Es una de las inversiones donde más importa la localización. La exterior es mejor cuanto más cuesta encontrar un aparcamiento gratuito, más elevado es el número de edificios antiguos y menor el número de párkings municipales en sus proximidades. La interior es considerada como privilegiada si la plaza está situada en la planta más próxima a la calle y cercana al ascensor. Ambos aspectos otorgan más seguridad a sus usuarios, especialmente valorada por el sexo femenino.

A efectos de revalorización, también es importante la superficie de la plaza. Con el tiempo, las grandes normalmente aumentan su precio en mayor medida que las pequeñas. Sus ventajas son: aptas para casi todos los coches, maniobras de aparcamiento más fáciles, menor posibilidad de rayar el vehículo y, en las de mayor superficie, de aparcar adicionalmente una moto.

La crisis ha llegado también a los párkings, aunque en una medida sustancialmente inferior a la observada en la vivienda. Desde el 2008, en la mayoría de las buenas ubicaciones, la bajada de los precios y alquileres se ha situado alrededor del 15%. En cambio, mi amigo Jordi no la ha notado. ¿Por qué? El motivo es sencillo: no se la ha pedido al propietario.