ZONA FRANCA

Fútbol

JOSÉ CARLOS Díez

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Economía proviene del griego y es la ciencia del hogar. Ha ido evolucionando pero sigue analizando el comportamiento humano a la hora de satisfacer necesidades humanas en condiciones de escasez. Gracias a nuestra curva de aprendizaje hemos superado en muchos países el abastecimiento de bienes de primera necesidad y tenemos tiempo para el ocio y uno de los entretenimientos que más satisfacción genera a cientos de millones de habitantes del planeta es el fútbol.

Ayer la selección jugó a una hora inoportuna y muchos forofos tuvieron que hacer un paréntesis en sus trabajos para ver el partido y la pregunta es ¿genera el fútbol actividad económica? Lo primero que debe decir un economista es que los ciudadanos son soberanos para determinar sus gustos, nosotros simplemente analizamos sus decisiones por preferencia revelada por lo que si vieron el partido y dejaron de hacer otras cosas, implica que lo prefieren y que les genera satisfacción, aunque ayer lamentablemente la selección perdió el partido.

Dos tercios de nuestro PIB se debe a la producción de servicios y en ellos el ocio y la hostelería se llevan buena parte de la tarta. Si el forofo vio el partido en casa y bebió agua generó poco PIB pero si fue a un bar y tomó unas cuantas consumiciones el PIB aumentó significativamente si lo comparamos con el mismo día del trimestre anterior. Además, tiró de la producción de bebidas y alimentos, la cual necesita transporte para abastecer por lo que tiene un efecto multiplicador.

Para cerrar la contabilidad hay que restar la caída de la producción que supone dejar el trabajo para ver el partido. En el sector servicios hay mucha flexibilidad para ajustar horarios y tiempo de producir lo mismo salvo si eres conductor de transporte público o médico de urgencias, por ejemplo. En la industria no es previsible que pararan las cadenas de producción por lo que los forofos habrán pedido cambio de turno.

Conclusión, el neto sale positivo. Hablamos de un impacto marginal, pero es un pequeñito empujón para el PIB del segundo trimestre. Si llegan a ganar la final habrá que sumar el posible efecto sobre el pesimismo, pero ese es más difícil de medir.