ZONA FRANCA

Paradojas

GONZALO Bernardos

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La economía europea, aunque no está bien, va mejor. En el año 2009, el PIB de la zona euro cayó un 4,1%; en cambio, en el ejercicio actual se espera que crezca casi un 1%. No obstante, si uno lee la prensa, parece que empeore. La culpa de esta falsa sensación principalmente la tienen la elevada caída de las bolsas europeas y del euro. Desde el inicio del año, el índice Eurostoxx baja un 14,71% y la moneda única un 16,6% respecto al dólar.

¿Qué está pasando? De forma sintética: los inversores financieros tienen miedo. En pocos meses, han cambiado de opinión. Han pasado del optimismo exagerado (el Ibex subió el 29,8% el año pasado) al pesimismo exacerbado. En el 2009, creían que lo peor ya había quedado atrás; ahora, parece que muchos piensan que en la economía europea aún está por llegar.

Debido a ello, cualquier negativo rumor, declaración inadecuada de un político o dato macroeconómico más malo de lo esperado constituyen una excusa para la venta masiva de acciones. Ni es una novedad que Grecia haga trampas ni que Hungría efectúe un ajuste económico. Ya lo hizo en el 2006, cuando su déficit público/PIB era más alto que el actual (9,3% versus 4%). En aquella fecha, las principales bolsas europeas casi ni se enteraron de la crisis húngara. La liquidez era notoriamente más elevada y la propensión al riesgo mucho mayor.

Esta situación ha afectado al prestigio del euro. En el 2009, cada vez más analistas decían que sustituiría en el futuro al dólar como principal divisa mundial. Por el contrario, en la actualidad, algunos creen que no está asegurada su supervivencia. Ni era bueno para la economía europea que tuviera un valor tan elevado ni que ahora esté en caída libre.

¿Cómo se combate el miedo? Indudablemente, ofreciendo seguridad. Es lo que ha hecho Alemania al efectuar un importante ajuste económico. Vive por debajo de sus posibilidades y no tiene un excesivo déficit público. Principalmente, lo ha hecho para dar ejemplo. Si otros países lo siguen, los inversores entenderán la señal. No esperen grandes subidas ni de la bolsa ni del euro, pero si un próximo final de la actual tendencia bajista.