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Palabras

JOAQUÍN Trigo

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Las palabras son capaces de llenar páginas, cabezas y las ondas de todo tipo. Son un soporte múltiple que puede aguantar verdades como puños o necedades supinas. Como son gratuitas se abusa de ellas hasta llegar a desgastarlas, que, en este caso significa despojarlas de significado.

Los grandes predicadores comparten con los embaucadores, además de la rima, su propensión al uso reiterado de la palabra pero, los últimos compartiendo con ellos una versión parcial de su significado. Esto es, que en lugar de mostrar la cara y la cruz, o en lenguaje laico, el haz y el envés, únicamente recogen una parte… la que les interesa.

Los grandes retóricos son expertos en resaltar las cualidades de su análisis y/o propuesta, de modo que el resto queda difuminado en un plano secundario. Así, suelen hablar de lo que han hecho, de sus resultados y aportaciones. Mientras nadie les replique pueden añadir cifras y datos que reforzarán su posición. Todo lo que digan será exacto y preciso, lo que aporta verosimilitud.

El problema está en que en la vida real hay un trasfondo que es la raíz, o base o cimiento de lo demás. Esa segunda parte es opaca, discreta y no perceptible a primera vista. Sin embargo, sin ella no habría nada firme porque le faltaría el necesario sostén.

Esa segunda parte es la del coste de lo que se ha conseguido. El coste es aquello a lo que se ha renunciado para poder llevar adelante las pirámides o cualquier otro proyecto. Las horas de trabajo, el dinero que se ha gastado, el tiempo asignado a las aportaciones dudosas… y muchas más cosas quedan en el olvido o apiladas en carpetas que serán comidas por la polilla.

Cuando alguien alardea de haber conseguido esto o aquello, conviene recordar las dudas de Monty Python cuando Robin Hood ayudaba a los pobres con dinero de otros: si era tan bueno como aparentaba, podía dar su propio dinero y no el ajeno.

No hace falta ir tan lejos, solo pedir cuentas por lo que se ha dejado de hacer con lo que se ha repartido y también explicaciones sobre el origen de los recursos que han sido utilizados… Ese ejercicio sería suficiente para poner a cada uno en su sitio.