ENCUENTRO ANUAL DEL FORO ECONÓMICO MUNDIAL

Zapatero defiende en Davos la seriedad y solvencia de España

PILAR SANTOS
DAVOS ENVIADA ESPECIAL

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José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno español, se acercó ayer a la estación alpina de Davos (Suiza) para participar por primera vez en el Foro Económico Mundial y lanzar un mensaje a las hordas de ejecutivos, economistas, intelectuales, políticos y periodistas que se congregan en la localidad helvética: España es un país serio y cumplidor que conseguirá recortar el déficit público hasta el 3% en el 2013.

Tras semanas de críticas en algunas publicaciones económicas por el aumento de la tasa de desempleo y las advertencias de las agencias internacionales de calificación sobre el eventual deterioro de las finanzas públicas, el jefe del Ejecutivo quiso defenderse y explicar cuál es la verdadera situación de la economía que administra su gobierno.

Para ello recordó que la deuda pública española se mantiene todavía 20 puntos por debajo de la media europea y que su servicio apenas supone el 5% de los ingresos del Estado, frente al 6% destinado de los países teóricamente más sólidos: Francia y Alemania. «Desde que nos dejaron ser libres y tenemos democracia, tenemos una hoja de servicio de cumplimiento impecable», dijo ufano.

MEDIDAS RÁPIDAS / Para demostrar que su propósito de atajar el déficit no se quedará solo en palabras, anunció a la audiencia que en 15 días el Ejecutivo pondrá en marcha un plan de austeridad y reformará la Seguridad Social y el mercado laboral. «Tenemos que ganar productividad, potenciar la inversión en I+D+I y fortalecer el sistema educativo», afirmó.

Zapatero participó en dos mesas redondas. En la primera, tituladaRepensando la eurozona, tuvo que hacer frente, además, a los peores augurios que insisten en señalar las fisuras que se están abriendo en la zona euro, con la tragedia de las finanzas griegas al frente, y en menor medida la española. El jefe del Ejecutivo se puso el traje de presidente de turno de la Unión Europea (UE) y defendió a su socio, el primer ministro de Grecia, Giorgos Papandreu, presente en la mesa y diana de la mayoría de las preguntas del auditorio. La coincidencia en el panel con el dirigente griego alivió, sin duda, la presión sobre el presidente español.

«Nadie se va a salir del euro, sino que tendremos más pases; el club del euro es un club fuerte, con un vínculo sólido de apoyo recíproco; que nadie se equivoque», afirmó Zapatero. Tenía otro aliado en la mesa: el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet. El dirigente de la autoridad monetaria defendió la integridad económica de la zona euro e inició su intervención con una comparación. «España no es Alemania, igual que Missouri no es California (...) Aquí hay las mismas diferencias que en EEUU», dijo.

El jefe del Ejecutivo español remató su argumentario contra los medios de comunicación críticos

–sobre todo los anglosajones– y aseguró que ve chocante que se juzgue de manera negativa al sector bancario español cuando el Banco Santander, citó a modo de ejemplo, acudió al rescate de una entidad británica, en referencia al Abbey National, ahora ya rebautizado también como Santander.