Claudi Biern, Fundador de BRB Internacional

De Naranjito al siglo XXI

<b>El prolífico creador de animación infantil</b> para los ‘baby boomers’ de los 60 y 70 renace con la producción de nuevos formatos, con los videojuegos ‘online’ y con la promoción teatral

Claudi Biern, en las oficinas de la empresa en Barcelona.

Claudi Biern, en las oficinas de la empresa en Barcelona.

MANEL TORREJÓN
BARCELONA

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El fundador de BRB Internacional, Claudi Biern (68 años), derrocha energía y optimismo. «Los creativos nunca se jubilan», dictamina uno de los artífices del imaginario de los baby boomers españoles, los que se criaron con el ruidito de fondo de una carta de ajuste ya en colores y al calor de unas series de animación de audiencias millonarias que, tras la irrupción de las privadas, nunca se volvieron a repetir. Biern trajo series como representante de derechos —La abeja Maya y Marco—, como distribuidor --Mazinger Z, el de los «puños fuera»— y como productor —Ruy, El pequeño Cid, Naranjito, David el Gnomo, La vuelta al mundo de Willy Fog, D’Artacan y los tres mosqueperros, etcétera.

Un catálogo para la nostalgia, si bien Biern quizá esté viviendo ahora una segunda época dorada, esta vez con el apoyo de su hijo Carlos. Como muchas otras empresas del sector, BRB fue pillada a contrapié por el brusco cambio de rumbo del mercado. «Llegaron las televisiones temáticas de animación, las generalistas perdieron interés en esa oferta y los niños ganaron habilidad con el zapping y pasaron a disponer de más opciones de ocio: consolas, internet, móviles, etcétera». Bregado en sus inicios en los departamentos de márketing de multinacionales del gran consumo, como Unilever, Biern advirtió que tocaba ir a buscar al consumidor (el telespectador de cero a 18 años), porque este no iba a venir así como así. Sabía que habían muerto los tiempos en que toda la familia se arrellanaba en el sofá para ver a un gnomo bonachón.

Así que, vuelta a la efervescencia. Esta vez con productos acorde a los tiempos. Las versiones de la literatura clásica de aventuras —de la que se declara fan— dan paso a series menos densas, de pocos minutos, lo que facilita su encaje en las competitivas teles temáticas y en los pocos huecos que dejan las teles generalistas a la animación infantil. En producción hay cuatro series —Suckers, Papawa, Kambu y Khuda-Yana— y un largometraje a partir de la serie Bernie. Una audacia en estos tiempos que corren, lo de hacer una película, que Biern relativiza: «Tenemos televisiones ya comprometidas».

El Claudi Biern del siglo XXI también ha dado respuesta al momento del sector con diversificación. Distribuye videojuegos online —se une así al enemigo— y se ha hecho promotor teatral: «Tomé ejemplo de la industria del disco que, en contraste con el auge de la piratería en internet, es capaz de agotar las entrada de los conciertos». En octubre del 2008 llevó a Madrid el musical de Willy Fog, el reinventado personaje de Jules Verne, y ha disfrutado de éxito de taquilla y crítica (premio Gran Vía al mejor musical infantil).