Botín vende Cepsa, su última gran industria

El banco Santander puede ingresar hasta 2.900 millones si cierra la venta del 31,6% que posee en Cepsa, su última gran participación industrial, por un precio de entre 30 y 35 euros por título. El banco presidido por Emilio Botín comunicó ayer a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que está negociando la operación sin revelar la identidad del posible comprador. En todo caso, el comprador del que se conocen más detalles desde septiembre es la compañía estatal de los Emiratos Árabes Unidos IPIC --que ya tiene el 9,5% en la segunda petrolera española--, aunque podría haber otros interesados, según diversas fuentes.

UNIÓN FENOSA SE SUMA

Por su parte, Unión Fenosa, antigua participada por el Santander y hoy en proceso de ser controlada por Gas Natural, también anunció que el banco cuenta con un mandato desde septiembre para vender el 5% que posee en Cepsa. La orden establece que la venta se iba a realizar a la vez y bajo las mismas condiciones que la participación del Santander. La eléctrica se embolsará un máximo de 468 millones. Este era un activo del que la gasística participada por Criteria-La Caixa ya preveía desprenderse.

Del paquete accionarial total del Santander, la mayor parte proviene de la oferta pública de adquisición (opa) que lanzó en el 2003 a 28 euros por acción. El precio que manejan actualmente el Santander y su posible comprador es muy inferior al que tiene en el mercado en la actualidad. De hecho, los títulos, la cotización de los cuales fue suspendida por la mañana, cayeron ayer el 25%, desde los 52,10 euros hasta 39,05.

Pero durante algún momento llegaron a precipitarse hasta el 40%. El día anterior, la petrolera, de la que la francesa Total es la principal accionista con el 48,8%, ya había caído en la bolsa más del 20%. La oferta que se negocia valora Cepsa en unos 9.300 millones de euros, el 30% menos de los casi 14.000 millones que tenía de capitalización justo antes de suspenderse la negociación.

Cepsa obtuvo el año pasado un beneficio neto de 275 millones de euros en 2008, un 63% menos que en el ejercicio anterior, debido al descenso del petróleo y de los productos de refino en los últimos meses del año. El beneficio neto ajustado, que elimina el efecto patrimonial del precio de los inventarios, se situó en 519 millones, un 19% menos, al tiempo que el beneficio operativo ajustado se redujo el 12%, hasta 881 millones.

Las inversiones alcanzaron los 1.500 millones, el 150% más. El deterioro del entorno de los resultados fue especialmente apreciable en el cuarto trimestre, en el que perdió 288 millones, que contrastan con las ganancias de 280 millones de euros del periodo julio-septiembre. Esto coincidió con el desplome del precio del petróleo.