ZONA FRANCA // XAVIER Salvador

Un círculo

XAVIER Salvador

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El Cercle d'Economia es una de esas entidades que viven pegadas a la ciudad que las alumbró. La relación no es paterno-filial, aunque el foro de opinión naciese en la capital catalana, sino más bien la de dos hermanos siameses, unidos por un cordón fino, pero que los hace dependientes.

En alguna ocasión, los próceres del Cercle intentaron trascender la frontera barcelonesa con el objetivo de llevar a España su influencia ante los poderes públicos. Jamás se logró. El Cercle es Barcelona, sus apellidos ilustres, y, a la recíproca, la ciudad se mira satisfecha en el espejo de esta institución inventada en 1958.

Nadie que se precie puede ignorarlo. Por sus sillas han pasado presidentes de la Generalitat, de La Caixa y de las tres o cuatro grandes corporaciones de verdad que quedan en Catalunya.

El éxito de su predicamento y de su influencia pública es tan sofisticado como sencillo: mucho empresario que moviliza recursos, algún primer ejecutivo de sectores con gran trascendencia social y varios intelectuales/comparsa para dar lustre y justificación final. Todo convenientemente aderezado por los políticos que pululan por allí, que lo fueron o que lo quieren ser, tanto da.

Pero tiene su mérito, para qué negarlo. En unas semanas, el Cercle d'Economia cumple 50 años de existencia. Medio siglo en el que se dieron argumentos para superar la autarquía franquista; la crisis del petróleo de los 70; la recuperación de la democracia; la pujanza del nacionalismo y, en los últimos tiempos, prédicas en favor de la liberalización y adelgazamiento del sector público; la recuperación de los liderazgos políticos... En fin, medio siglo.

Son sus logros. Como lo es subsistir 50 años, muchos en democracia, sin contar con representantes de las capas más desfavorecidas de la sociedad y alejadas delestablishment.Emitir opinión, tener credibilidad y, a la vez, carencias de pluralidad, solo es posible en esta Catalunya delseny.

El medio siglo que viene no será tan fácil. El lobismo no será exclusivo de pudientes mecenas y cortesanos ilustrados. Los debates futuros serán poliédricos; información e influencia se democratizarán. Quizá al Cercle le toque pensar sobre sí mismo. En cómo logra descuadrar el círculo.