Nissan no amplía la planta de BCN al llevar a Tánger un nuevo modelo

ANTONI FUENTES / BARCELONA

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Cambio de escenario para la fábrica de Nissan en la Zona Franca. La negociación de un plan de crecimiento ha dejado paso al objetivo de mantener la situación actual. El consejero director general de Nissan Motor Ibérica, José Vicente de los Mozos, anunció ayer que la dirección de la multinacional japonesa ha decidido asignar la producción de una nueva furgoneta pequeña a la futura fábrica de Tánger en lugar de a Barcelona porque sus costes son más bajos.

Cuando todo estaba preparado en la planta barcelonesa para recibir el nuevo modelo, De los Mozos comunicó ayer a los sindicatos que las buenas condiciones ofrecidas por Marruecos han decantado la balanza. "Es imposible --para Barcelona-- luchar por lograr la fabricación de un vehículo pequeño y de poco valor añadido", afirmó el máximo directivo de la compañía en España, que defendió la competitividad de la factoría catalana si se concentra en todoterrenos y furgonetas grandes.

ESTABILIDAD

En un intento por evitar el pesimismo, De los Mozos aseguró que la decisión sobre el nuevo vehículo "no es el principio del fin" para la Zona Franca y ofreció mantener producción y empleo tres años.

La estabilidad será posible gracias a un incremento de 40.000 unidades en la producción de la furgoneta Nissan Primastar, que permitirá absorber el descenso en la fabricación del todoterreno Pathfinder y de su versión descubierta Navara. En total, la compañía prevé una fabricación de 170.000 a 180.000 unidades en Barcelona y una plantilla de 4.160 trabajadores, en la que 465 temporales pasarán a ser fijos en noviembre tras el requerimiento de la inspección de Treball, ya que superaban el límite de 12 meses de antigüedad.

Sin embargo, el directivo admitió que estas previsiones dependen del mercado y de ciertas variables, como el posible efecto negativo del aumento del impuesto de matriculación para los todoterrenos en el 2008 y la pérdida de 12.000 vehículos que se exportan a países que tienen el dólar como referente.

Pero la oferta tiene condiciones. La empresa mantiene la exigencia de reducir los costes un 12% planteada para conseguir el modelo que finalmente se hará en Marruecos. Entre ellas se encuentra ampliar los días en los que la planta puede abrir de 235 a 252 anuales con un sistema de vacaciones flexibles para evitar el parón de agosto y reducir el absentismo. Si el comité de empresa no acepta esas condiciones, De los Mozos dijo que sobrarán de 250 a 300 trabajadores.

Los sindicatos se mostraron sorprendidos por la pérdida de la furgoneta y reclamaron la asignación de nuevos modelos con más garantías de futuro. Jordi Carmona, de UGT, calificó de "política" la decisión de Nissan, mientras que Javier Pacheco, de CCOO, advirtió de que "las condiciones de la negociación han cambiado". Pedro Ayllón, de Sigen-USOC, destacó que los nuevos planes son "un parche", y CGT recordó que los modelos que se fabrican ahora en Barcelona "han superado ya la mitad de su vida comercial".

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