La Junta ultima la recolocación de los trabajadores de Delphi

Los trabajadores de Delphi empiezan a ver una salida real al posible cierre de la factoría de Puerto Real. La Junta de Andalucía les comunicó ayer en una reunión su compromiso "claro y firme" de que ningún trabajador "se quedará parado" y que tendrán empleos "dignos y estables", como exigía el comité de empresa.

Ya se han cerrado "prácticamente" acuerdos con cuatro empresas para que se instalen en los terrenos de Delphi y mantengan la actividad industrial y los 1.600 empleos directos y 2.000 indirectos y eventuales de la firma en crisis. Aunque la plantilla saludó el anuncio, espera que se formalice en la reunión del martes con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el marco del Congreso Europeo Sindical.

INCÓGNITAS

Tras reunirse con los trabajadores durante una hora, el consejero andaluz de Innovación y Empresa, Francisco Vallejo, reiteró su intención de recolocar a la plantilla y lograr una solución al conflicto "en un tiempo razonable", dado que las negociaciones con cuatro empresas "están muy avanzadas". Pese a la petición de los empleados de conocer quiénes son las empresas interesadas, Vallejo no quiso desvelarlo hasta que no lo ratifiquen los consejos de administración. "Puedo aliviar la ansiedad de los trabajadores, pero no su curiosidad", bromeó. Adelantó que se trata de "empresas del máximo nivel de solvencia", vinculadas al sector energético y tecnológico.

Existen conversaciones con otras cuatro o cinco empresas, y, según Vallejo, aunque solo fructifiquen algunas de ellas se podrá recolocar a la plantilla. A juicio de Vallejo, todas estas compañías "garantizarán el futuro" y fomentarán la "reindustrialización" de la Bahía de Cádiz.

El consejero criticó la escasa capacidad de negociación de los directivos de Delphi, y subrayó que los argumentos esgrimidos en junio del 2006 para pedir subvenciones se contradicen con los alegados ahora para justificar el cierre por insolvencia, ya que entonces decían "que sus activos estaban infravalorados y que sus deudas eran préstamos participativos de la propia multinacional".

Los responsables sindicales reclamaron contundencia judicial contra los directivos de Delphi, por las vías penal y civil, al considerar que podrían ser "responsables de un supuesto delito de insolvencia punible", dado que "la quiebra respondió a su propio interés, para desviar la producción a otras plantas, y no estuvo provocada por los proveedores ni los clientes".

El presidente del comité de empresa valoró el compromiso de que "ningún trabajador se quede sin un empleo digno y estable, que eran las premisas que manejábamos". A la espera de que "se ponga una propuesta firme sobre la mesa" en la reunión con Zapatero, los trabajadores descartan más medidas de presión, aunque "si hay que movilizarse lo seguiremos haciendo".

El secretario general de CCOO, Francisco Carbonero, subrayó el compromiso de la Junta de que los trabajadores no dejen de ingresar su nómina mientras se logra una solución. Los sindicatos exigen una "solución global al conflicto de Delphi que beneficie a todos, incluida la industria auxiliar y los eventuales, que son las primeras víctimas, y garantice proyectos solventes".