Javier Ruibal: "El éxito es que te quieran"

El cantautor gaditano publica 'Javier Ruibal. 35 años', con invitados como Martirio, Miguel Ríos, Kiko Veneno, Dorantes y Juan Echanove

NÚRIA MARTORELL

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"Quiero devolverle al arte lo que el arte me da", anhela Javier Ruibal. Y gracias a esta edificante insistencia, el trovador gaditano ha ido acumulando un cancionero que quita el sombrero. O la gorra, que la usa más. El cantautor y guitarrista suma siete lustros sacándole lustre a su creatividad. Su talento brilló ya en discos embrionarios, con títulos tan clarividentes como 'Darse a vivir' –"Vuela, / apura el poco tiempo que nos queda, procúrate unas alas y a volar. / Anda, / no dejes que te lleven en volandas / adonde nunca irías por tu pie"–. Durante su coherente trayectoria, sin concesiones a la comercialidad, ha visto a muchos colegas perderse "por el delirio obsceno del dinero y el éxito por el éxito".

Ruibal sobrevuela la vacuidad y anida su imaginación en las cuerdas de una guitarra que toca como muy pocos cantautores. 

Darse a vivir. Y vivirse dando. Javier Ruibal lleva tanta vida conjugando el verbo dar, que ahora le ha tocado recibir. Su hijo Javi Ruibal, productor y reclamado percusionista, le organizó un concierto-fiesta-celebración de cuatro noches en las Puertas de Tierra de Cádiz. Más de 30 artistas compartieron con el gaditano sus composiciones, a los pies de esta muralla construida con sillares de piedra ostionera. "Estas murallas son la defensa de la independencia [Napoleón no consiguió entrar en Cádiz]. De la independencia no solo de la ciudad, sino de todo el país. Que se celebrara aquí tiene mucho significado", fortifica el artista.

INVITADOS DE LUJO

El resultado del mágico encuentro es un documental –que en julio llegará a los cines– y el generoso lanzamiento '35 aniversario. Javier Ruibal'dos compactos y dos DVD, con invitados como Martirio, Kiko Veneno, Jorge Drexler, Miguel Ríos, Dorantes, Carmen Linares, Pasión Vega, Jorge Pardo, Tomasito, ¡Juan Echanove! Sí, el actor cantó una letra de la obra de teatro 'La asamblea de las mujeres'La asamblea de las mujeres, de Aristófanes, una comedia que él mismo dirigió en Mérida, encargándole la música precisamente a Ruibal (que se la llevó a un terreno muy chirigotero).

 "Era de esperar que Echanove eligiera esta canción cuando Javi le invitó a participar". En realidad, se trata de un pasodoble, que reza así: "Que los varones hagan el petate / ¡Oh! Pueblo heleno torpe y atontao / o no va a haber ni Dios que te rescate / ni héroe que por ti se mate. / Tienes el culo pelao". 

Hablando de "pelaos", el ‘single’ es el marchoso '¡Ay, Pelao!' –otro de sus temas germinales, como 'Darse a vivir', perteneciente al disco 'Cuerpo celeste'–Ruibal la cantó con el incombustible Kiko Veneno, que la bordó rumbeándola aún más si cabe. "La gracia está en esto: cada invitado se llevó la canción a su terreno. Y como debe ser: de forma descarada. Si se hubieran acomodado a mi forma, el público no se habría sorprendido".

POESÍA Y PIEZAS INÉDITAS

Los Javieres Ruibales (padre e hijo) han publicado este cuidado pack, con un gordo libreto que incluye unos poemas que el homenajeado dedica a cada uno de los invitados. A la imprescindible Martirio le rima: "Puso en una cacerola / cuando los años ochenta / canela, sal y pimienta / y semillas de amapola. / Se fue al Madrid del Rockola / con la olla por peineta / rhythm and blues con saeta / rockabillys con fandango / mientras salía del fango / aquella España paleta".

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El lanzamiento incorpora seis piezas inéditas. Con la cantidad de repertorio que abarca, ¿era requisito indispensable? "Claro. Al respetable hay que tratarle con generosidad. He consumido la mitad del siguiente disco, pero más vale pasar por manirroto que por tacaño", ríe.

Una de estas composiciones de nuevo cuño es la deliciosa y pegadiza 'Tu vida en prenda' (justo una de las que elige para cantar en acústico para Música Directa). "Como no hay dolor / ni llanto que cien años dure / te diste a vivir / y cure el alma cuando cure...", canta en una de las estrofas. De nuevo, a vueltas con darse a vivir.

SANAR EL FÍSICO O EL ESPÍRITU

Javier Ruibal siempre quiso curar. Es más, iba para médico. Y, recovecos del destino, se decantó por esta otra juglaresca vocación en Catalunya. "Mi padre consiguió un trabajo en Reus y de 1976 a 1980, en los años de Ocaña, Nazario, Comediants..., cuando Barcelona daba coletazos de ciudad abierta y universal, viví aquí. Estaba estudiando Medicina en Cádiz y pedí el traslado al Clínic. En esa época empecé a tocar y componer. Un día me vi con una bata blanca y una guitarra. Con un punto de esquizofrenia. Y tuve que decidir qué lado del ser humano iba a curar: el físico o el espiritual. Me decidí por la música".

En 1983, publicó su primer disco, 'Duna'. Y, desde entonces, combina la búsqueda de la belleza y de la autenticidad con el compromiso, sorteando los vaivenes de una industria que le ha relegado a cantautor de culto. Es un referente. Un faro. 

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Pero su trascendencia artística poco tiene que ver con su nivel de popularidad. ¿Esto le ha hecho desfallecer? "No, pero es que tampoco me supone una lucha titánica. Es algo que hago de forma muy natural. Aunque a veces sí es verdad que he sentido cierta soledad al comprobar que he entregado una faena bien acabada y no ha tenido la suficiente divulgación. Salvo eso, conforme van pasando los años incluso ha dejado de importarme. Como pasa con el Cádiz Club de Fútbol: la permanencia da mucha vida. Aunque sea jodida, hay veces que juegas mejor. ¡Y a veces ganas!".

La manera de asegurarse esta permanencia ha sido crear su propio sello discográfico y su editorial (para controlar los derechos de autor), bajo el nombre de Lo Suyo. "El público ha dejado de considerar la música como objeto preciado, así que la forma de garantizarme que podía seguir publicando y llegar a mis seguidores ha sido esta. Cada disco financia el siguiente. En realidad, la audiencia parece más pendiente del acontecimiento que del arte. Y así de mal está el panorama".

EL AFECTO COMO MOTOR

¿Qué es lo que busca un artista? Ruibal responde recordando un episodio que él mismo propició con el nobel García Márquez, cuando coincidió con el escritor en Cádiz. "Le pregunté qué le daba más satisfacción, si las historias que contaba o los modos verbales y literarios. ‘Yo escribo para que me quieran’, me contestó. Cuánta razón: ¿acaso hay algo que supere esta satisfacción? ¡El éxito es que te quieran! Y si te ignoran, por lo menos que no te entorpezcan el paso. Cuando uno se dedica al arte, busca el afecto, no que le alaben ni que le calienten la oreja. Quiere ser querido. Y poder seguir. Queriendo".

En el universo ruibaliano hay más términos recurrentes: jugar y destino. ¿Se ha preguntado por qué? "Me dediqué a esto porque me liberaba de un mundo opresor, en blanco y negro, que fueron los años de mi infancia. No por lo que me ocurría a mí, sino a mi alrededor. Al cantar, mi vida pasó al tecnicolor. No creo en la predestinación y sí en el deseo particular y privado que nos pone en situación para que nuestro destino se cumpla". ¿Y qué desea cumplir? "Lo que hay que cumplir es el camino para culminar ese deseo. Encaminarse a lucharlo. Soñarlo. Ponerlo en práctica". ¿A qué le teme Ruibal? "A perder la salud, la coherencia. Que todo este juego de manejar ideas y palabras deje de importarme o darme placer. Quiero seguir luchando. Sentirme vivo. Sentirme querido".