Robot a domicilio

Al fin este año se empieza a parecer al 2015 que preconizó 'Regreso al futuro'. Al menos en el servicio a domicilio. Se avecina un enjambre de repartidores robóticos. Si Amazon planea desde hace meses repartir paquetes mediante drones aéreos, ahora aparece un prototipo terrestre para llevar a casa la compra del súper, del mercado, de la tienda del barrio de turno. Su “misión” –anuncian sus inventores a lo profetas– es “hacer que el servicio de reparto local sea gratuito”. El 'summum' de la evolución: al fin alguien ha encontrado una fórmula gratuita para evitar que el ser humano se ampute los dedos con las bolsas del súper. 

Esta nueva compañía llegará lejos, al menos de boquilla. Se llama Starship (literalmente: nave espacial). Starship Technologies. “Queremos hacer con el servicio a domicilio lo que Skype hizo con las telecomunicaciones”, detalla Ahti Heinla, uno de sus CEO. No compara por comparar: también fue fundador de Skype. Su objetivo es que el precio por reparto “sea inferior a 1 euro”, auguran.

A primera vista, vendrían a ser una mezcla de 'rover' de la NASA y Roomba. (Un futuro asumible). Pueden cargar dos bolsas de súper y pasearse solitos por la acera: circulan a 6 kilómetros por hora y su localización se puede vigilar por el móvil vía 'app'. El primer servicio piloto –prevé la compañía– se lanzará el año que viene.