Vuelta al cole más segura

El 12 de septiembre, 40.684 alumnos invadirán las calles y avenidas de Sarrià-Sant Gervasi para iniciar el curso escolar. Muchos de ellos se beneficiarán del proyecto de movilidad segura que promueve este distrito conjuntamente con la comunidad educativa de la zona. En realidad, esta idea de mejorar la seguridad en el entorno de los colegios parte ya del año 2006 y está recogida en el documento Llibre blanc de la mobilitat i la accessibilitat als entorns escolars.

Maria Bisbe, de 16 años, es una de estas estudiantes. Emprenderá su camino en la avenida de Joesp. V Foix la estación de Reina Elisenda de Ferrocarrils. En cada calzada que cruce desde la plaza de Cirici i Pellicer, verá una franja de color verde con las palabras Camí escolar escritas en blanco. Después de subir al tren y apearse en Muntaner, se dirigirá al IES Monserrat en cuya calle de Copèrnic se han ensanchado las calzadas e instalado barreras de protección, evitando la espera en la calzada, Y así desde su casa hasta su destino, María no correrá ningún peligro.

Ahora la prioridad, según el concejal presidente del distrito, Joan Puigdollers es «mejorar la señalización para hacer visible a los coches y motos que se acercan a una zona escolar y que deben tener precaución».

En Barcelona se colocan dos señales verticales. El amarillo avisa a los vehículos de la proximidad de zona escolar y el blanco de su inmediatez. Otras medidas son aumentar el número de semáforos y la frecuencia de paso para peatones, eliminar obstáculos y cubrir los alcorques para ganar espacio en las aceras.

RUTAS PEATONALES / Este proyecto también apuesta por la creación de itinerarios a pie, destinados a aquellos colegiales de primaria que residan en Sàrria-Sant Gervasi. Con el fin de evitar posibles accidentes, se han dispuesto carteles informativos que indican el mejor camino. Más allá de la seguridad, esta medida persigue objetivos pedagógicos, como aprender a orientarse o fomentar la autonomía de los niños.

La escuela Dolors-Montserdà-Santapau ha adoptado una fórmula parecida que denomina Pedibus. Un grupo de niños, con armillas amarillas y acompañados de dos adultos, recorre una distancia de 800 metros desde la plaza de Sàrria hasta la entrada del centro, realizando una parada para recoger a más peatones. La comitiva la encabeza el adulto-conductor y la cierra el adulto-vigilante, cuyo cometido consiste en evitar conductas de riesgo.

Otra escuela pública, Orlandai, situada en la avenida de Josep V. Foix y dirigida por Marga Gallifa, ya inició un programa de seguridad vial junto a una comisión de padres durante el curso 2003-2004, cuando estaban cerca de la estación de Sàrria. En su nuevo enclave «el papel de estas rutas sigue siendo esencial porque evita accidentes», asegura Gallifa. De hecho, antes de estrenar tanto la señalización preventiva como el camino escolar, sufrieron dos accidentes, sin graves consecuencias. Gracias a estos nuevos recursos, estrenados el curso pasado, «un 70% de los alumnos de 5º y 6º de primaria vienen solos desde sus domicilios y los más pequeños vienen con sus padres, pero a pie. Lo cual -precisa esta directora- ha supuesto una labor previa de concienciación en las familias».

En este momento queda pendiente que al plan del camino amigo se añada el de la tienda amiga. Se pretende que los comerciantes tengan un papel más activo. Gallifa desvela los detalles: «Queremos que la asociación de comerciantes se comprometa a ayudar a los escolares en caso de apuro. Las tiendas que acepten, llevarán un distintivo para que los niños sepan dónde dirigirse».

Las evidentes ventajas, tanto para los barrios como para las personas, han hecho que otros centros educativos se sumen a la iniciativa. La escuela Madres Concepcionistas, inaugurará camino la primera semana de octubre. Su directora, María Arranz, afirma: «Llevamos dos años preparándolo, entre otras razones, porque el 80% del alumnado vive cerca del colegio y también porque hemos tenido algún que otro susto». Al recinto escolar se accede desde tres calles, la más peligrosa de las cuales era la de la Torre.

CIRCULACIÓN A 20 KILÓMETROS / Sin embargo, con la construcción de plataformas en las que acera y calzada forman un único elemento, han transformado todo el perímetro del colegio en zona preferente para viandantes; es decir que los vehículos solo pueden circular a menos de 20 km/h. De este modo, aunando urbanismo con pedagogía la ciudad recupera espacio para sus habitantes, la convierte en un lugar más apto para el desarrollo de niños y adolescentes. Quizás por eso hay 15 escuelas que ya se están encaminando hacia la misma dirección