La paja en el ojo ajeno

La cúpula del PP, con Mariano Rajoy al frente, llegó ayer a la sede central del partido esperanzada. Según sus propios cálculos -así lo han repetido a lo largo de la campaña-, una participación similar a la de las generales (ayer fue del 77%) traería consigo un vuelco y una victoria, aunque ajustada, del bloque constitucionalista. Sin embargo, el optimismo se fue esfumando a medida que avanzaba el escrutinio, especialmente cuando en el tramo final, en el que se cuentan los votos de las grandes ciudades y del área metropolitana de Barcelona, no se logró aumentar el pobre número de escaños cosechados por Xavier García Albiol, cuya candidatura se ha quedado en 11 diputados (ocho menos que en el 2012), muy lejos de las expectativas del PP.

Y es que la elección del exalcalde de Badalona insufló ánimos en sus filas, hasta el punto de que un ministro, poco antes del comienzo de la campaña, se jugó un café con la prensa a que el candidato del PPC lograba 15 diputados.

COSPEDAL, DESAPARECIDA

Pese a ello, los conservadores se agarraron ayer a dos hechos: que el desafío independentista «ha fracasado», porque Junts Pel Sí y la CUP no logran una mayoría de votos, y que el PSC ha cosechado el «peor resultado de su historia» (16 escaños).

El vicesecretario de comunicación, Pablo Casado, que compareció acompañado de otros tres vicesecretarios pero no de la secretaria general, María Dolores de Cospedal (y eso que en la sede socialista dio la cara su líder, Pedro Sánchez), reconoció que el PP «esperaba mejor resultado», pero incidió en que «Junts pel Sí y, en especial, el señor Mas lo que han hecho ha sido perder porque no tienen mayoría absoluta ni desde el punto de vista hipotético del plebiscito». «(Mas) se ha cargado a su partido y veremos si es capaz de encabezar una alternativa», añadió. Una hipótesis que fuentes del PP corroboraron al señalar que «a Mas, en manos de la CUP, le quedan tres telediarios».En cuanto al PSOE, Casado consideró que se ha equivocado al plantear una reforma de la Constitución como salida al conflicto catalán. Previsiblemente, los conservadores abundarán esta tarde en estos argumentos dado que Mariano Rajoy reúne a su comité ejecutivo nacional en Madrid.