Turismo rural y urbano

Un motor y una ruta: todo lo que se necesita para descubrir Catalunya

El Grand Tour de Catalunya es un viaje pensado para hacerse en vehículo. La propuesta recorre 2.000 kilómetros y se puede completar en 13 días o en cinco tramos divididos en varias etapas

Imagen del Monestir de Santa Maria de Poblet (Conca del Barberà).

Imagen del Monestir de Santa Maria de Poblet (Conca del Barberà). / Agència Catalana de Turisme

Guadalupe Naveiras

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Hay rincones que deben ser encontrados por quienes buscan como si persiguieran un tesoro: recorriendo una ruta, siguiendo un mapa e investigando un destino. Catalunya, con su belleza rural y urbana que tanto le caracteriza, podría tratarse de un tesoro que, como tal, merece ser descubierto. Por ello, se ha creado el Grand Tour de Catalunya, un roadtrip flexible y versátil que permite dar a conocer la esencia de la comunidad autónoma con un itinerario circular de más de 2.000 kilómetros para recorrer. Dicha ruta conecta iconos culturales, parajes naturales y placeres enogastronómicos que definen la personalidad del territorio.

Se trata de una iniciativa liderada por la Agència Catalana de Turisme, los Patronats de Turisme y las Oficines de Turisme, que han trabajado en conjunto para trazar un trayecto pensado para ser recorrido en vehículo motorizado. Se puede hacer de dos maneras: en una ruta única de 13 días, la Ruta Icónica, o, para quienes quieran profundizar más, en cinco tramos, de entre cinco y siete etapas cada uno (equivale a un día por etapa). En la web del Grand Tour de Catalunya se puede encontrar información en relación con las rutas y un planificador para que cada viajero pueda organizar y customizar su ruta. 

En cada tramo del itinerario se muestran los grandes atractivos de la comunidad autónoma, como sus tradiciones y fiestas locales, sus carreteras con rincones mágicos, y sus experiencias culturales o en la naturaleza, entre otras cosas. Todas las etapas de cada tramo empiezan en una gran ciudad que está bien comunicada, con la intención de facilitar el acceso al visitante. 

Tramo 1: de la capital catalana a la ciudad romana

Antes de empezar a desengranar la primera parte de la ruta, los organizadores de esta propuesta, pensando en ella como una experiencia inmersiva, crearon una playlist para que fuera escuchada durante el transcurso del viaje, así como un track de la ruta

El tramo 1 del Grand Tour de Catalunya da el pistoletazo de salida en la sede del legado modernista, la ciudad de Barcelona, y termina en Tarragona, ciudad romana, tierra de calçots, cava y xató. Este tramo está compuesto por seis etapas que pasan por lugares emblemáticos como Montserrat, el patrimonio histórico de Solsona, el encanto de Sitges, el legado musical de Pau Casals en el Vendrell o el norte de la Costa Dorada.

Etapa 1: arte cosmopolita en Barcelona

Todo empieza en Barcelona. El objetivo de esta primera etapa es conocer la oferta cultural de la ciudad mediante la huella artística del modernismo promovido por artistas como Antoni Gaudí y Lluís Domènech i Montaner con obras como la Sagrada Familia, el Parc Güell, la Casa Batlló o el Palau de la Música y la Casa Lleó Morera. 

Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona. 

Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona.  / Agència Catalana de Turisme

Etapa 2: del modernismo al cielo de Montserrat

El siguiente paso es pasear por el concurrido barrio del Eixample, urbanizado según el Pla Cerdà, un proyecto arquitectónico que convirtió a dicha zona en un espacio perfecto para la construcción de edificios modernistas. El destino final es Montserrat, que está a poco menos de una hora desde el centro de Barcelona, por lo que durante el trayecto se recomienda hacer una ruta modernista visitando Santa Coloma de Cervelló, la Colònia Güell y la Masia Freixa en Terrassa.

Interior de la Cripta de la Colònia Güell, de Gaudí (Baix Llobregat). 

Interior de la Cripta de la Colònia Güell, de Gaudí (Baix Llobregat).  / Agència Catalana de Turisme

Etapa 3: de Montserrat al Pla de Bages

La sierra más conocida de Catalunya y donde permanece la Virgen de Montserrat, también conocida como La Moreneta, es el principio de la tercera etapa del primer tramo, que termina en Bages. Tras visitar el santuario de Montserrat y el museo, es necesario pasear por el entorno del Parque Natural de Montserrat, donde se pueden ver rocas emblemáticas como la del Cavall Bernat. Con la mirada puesta en el Pla de Bages, se debe pasar por el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, donde se encuentra la conocida Mola, una de las cimas más altas. De bajada, se puede pasar por Sant Fruitós de Bages, un monasterio medieval de Sant Benet, uno de los mejor conservados de Catalunya. Por último, y para los amantes de la cultura vinícola, la ruta de las tinas de la Vall del Montcau descubre las “tinas”, unas construcciones de piedra seca donde se almacena el racimo. Además, la ruta incluye catas de varios vinos de la denominación de origen (DO) Pla de Bages.

Vistas panorámicas del Monestir de Montserrat (Barcelona). 

Vistas panorámicas del Monestir de Montserrat (Barcelona).  / Agència Catalana de Turisme

Etapa 4: del barroco de Solsona a los aromas del Penedès

La antepenúltima etapa arranca desde Solsona para conocer su carnaval. Uno de los motivos por los que el municipio es conocido es por sus calles medievales que conducen a la catedral, donde se encuentra la Virgen del Claustre, una de las obras más importantes del románico catalán. De camino al Penedès, vale la pena disfrutar de las vistas que ofrece el Castillo de Cardona. Una vez en el Penedès, los paisajes de viñedos acompañan al visitante en la ruta. La DO Penedès es la más extensa de Catalunya. Es muy recomendable visitar Sant Sadurní d’Anoia, la capital del cava, y hacer la ruta Miravinya, que recorre cinco miradores, y bodegas que sumergen al viajero en la cultura del vino.

Etapa 5: la Carretera del Vino y el legado de Pau Casals

Esta parte del recorrido empieza en Vilafranca del Penedès. Se trata de un municipio con tradiciones muy arraigadas: una destacada plaza “castellera” con una de las “colles” (pandilla: grupo de personas que construyen un castillo humano) más potentes, una fuerte cultura vitivinícola y con mucho reconocimiento por el xató, una salsa elaborada a partir de almendras y avellanas tostadas, miga de pan con vinagre, ajo, cebolla, aceite, sal y ñora, como ingrediente característico.

Castillo humano hecho por "castellers", en Vilafranca del Penedès (Barcelona). 

Castillo humano hecho por "castellers", en Vilafranca del Penedès (Barcelona).  / Agència Catalana de Turisme

A través de la Carretera del Vi, una vía comercial romana por donde se transportaba el vino hacia el mar, se llega al Garraf. Es muy recomendable pasear por el paseo marítimo de Sitges, un pueblo costero a 30 minutos en coche de Vilafranca del Penedès. En especial, cabe recomendar la visita a la colección de arte que va desde el siglo X al XX del Museo Maricel y, para redondear la experiencia, probar la malvasia, un vino típico de la zona. Finalmente, para conocer el Vendrell, otro imprescindible de la ruta es visitar el Museo de Pau Casals, situado en la antigua casa de veraneo del músico.

Etapa 6: El Cister, la Capona y Tarragona

Finalmente, la sexta y última etapa. Antes de llegar a Tarragona, es muy recomendable la Ruta del Cister, una experiencia que mezcla el paisaje con la espiritualidad. Lo cierto es que este camino une tres monasterios reales de Catalunya: Santes Creus, Poblet y Vallbona de les Monges. En Santes Creus hay sepulcros de reyes catalanes y vidrieras espectaculares. Enlazado a este recorrido está la Ruta de la Capona del Pla de Santa Maria, donde se pueden apreciar las cabañas de piedra seca que los campesinos utilizaban para descansar. El último destino de este primer tramo del Grand Tour de Catalunya es, tal y como se ha mencionado al principio, la ciudad de Tarragona. Este lugar, mundialmente conocida por su patrimonio romano, convive con barrios de pescadores y una catedral considerada la primera de Catalunya por su grandiosidad.

El Anfiteatro de Tarragona con vistas al mar (Tarragona). 

El Anfiteatro de Tarragona con vistas al mar (Tarragona).  / Agència Catalana de Turisme

A pesar de haber mencionado un listado amplio de recomendaciones y sitios que vale la pena ver si se visita Catalunya, todavía quedan cuatro tramos para terminar de recorrer el territorio de norte a sud y de este a oeste. Es por ello por lo que en la web del Grand Tour de Catalunya se pueden encontrar contenidos gráficos y textuales para conocer mejor la ruta y poder adaptarla. En caso de querer profundizar en la información del tramo 1, en este enlace se puede indagar más.